Alcides Lozada es un trofeo de la ortopedia avileña porque
en él se demuestra el alto nivel profesional de los especialistas de esa rama
de la medicina que laboran en el Hospital Provincial Docente de Ciego de Ávila.
Residente en Miami, Alcides viajó a Cuba de visita y el día primero de noviembre del 2011 sufrió un gravísimo accidente de tránsito.
Su estado se reportó de grave-crítico-inestable por varios días, mientras que el la Unidad de Cuidaos Intensivos se luchaba por salvarle la vida. Sus piernas habían quedado fraccionadas por múltiples fracturas de envergadura.
Su estado se reportó de grave-crítico-inestable por varios días, mientras que el la Unidad de Cuidaos Intensivos se luchaba por salvarle la vida. Sus piernas habían quedado fraccionadas por múltiples fracturas de envergadura.
Luego vino un largo proceso de operaciones, de colocación de
fijadores externos, de implante de tejido óseo,
de dolorosas curas..., de trabajo de orfebres de osamentas que realizó
un equipo de especialistas de Ortopedia y Traumatología de Ciego de Ávila.
Lo más fácil hubiera sido amputar sus extremidades inferiores, pero para los ortopédicos avileños, esa es la última opción. El trabajo con él fue largo y arduo.
Algunos escépticos pensaron que Alcides viviría el resto de
su vida en una silla de ruedas, pero el tiempo, los tratamientos médicos con
sus correspondientes cirugías, la fisioterapia, el cuidado esmerado de sus
familiares y amigos, y la voluntad del
enfermo, hicieron el milagros de que hoy camine alegre y risueño por el
boulevard avileño como el mayor trofeo de la Ortopedia Avileña.
Texto y fotos: Idania
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