Siempre
vestido de impecable blanco, muy delgado y de apariencia frágil, es un
asesino en extremo peligroso que pulula por el mundo, causando muertes y
sufrimientos.
Ha sido juzgado en incontables tribunales y condenado siempre. Aun así,
tiene muchos cómplices, quienes facilitan su acción destructiva.
El reo de la humanidad tiene un nombre al cual agrega distintos apellidos.
Él se llama Cigarro y se apellida Populares, Malboro, Aromas, Hollywood, Visan…
MUERTE ANUNCIADA
Parece
increíble que cualquier persona racional se deje aniquilar por un
simple cigarro. Un trozo de papel maloliente puede tronchar la vida de
personas fuertes, sanas e inteligentes, quienes, en franco acto de
suicidio, se entregan al “placer” de enfermar y hasta morir, pagando así
el alto costo de cada bocanada.
LA TETRICA NOTICIA
En
el planeta existen más de 1 100 millones de fumadores, mientras seis
personas fallecen cada minuto a raíz de enfermedades asociadas con este
hábito el cual es causante de tumores malignos de pulmón, ovarios, mama,
estómago, entre otros, pero también puede provocar enfermedades
cardiovasculares, según datos de la Organización Mundial de la Salud
(OMS).
Fumar
crea una dependencia tanto física como psicológica. El poder adictivo
del tabaco se debe principalmente a la nicotina. Esta adicción también
produce espasmos vasculares en las arterias, lo que ocasiona arterioesclerosis e hipertensión. El cigarrillo causa la mayoría de las disfunciones sexuales.
Actualmente
hay una tendencia mundial hacia un tabaquismo de inicio en edades cada
vez más tempranas. El hábito de fumar constituye un serio problema de
salud que afecta a un elevado y creciente número de personas en el
mundo.
EL DAÑO EN CIFRAS
El consumo del tabaco mata a más de 7 millones de personas al año dice
Organización Mundial de la Salud y cuesta a hogares y gobiernos más de
1.4 billones de dólares en gastos sanitarios y pérdida d productividad
según consta en investigaciones.
El tabaco podría provocar en este siglo hasta 1,000 millones de muertes en todo el mundo.
PROHIBICIONES PARA FUMADORES IMPERTINENTES
Y algunos de estos suicidas —fumadores—, no les basta con envenenarse
ellos, pues en un gesto muy desconsiderado, fuman cerca de otras
personas, quienes involuntariamente absorben la nicotina que despiden
sus cigarros y, por consecuencia, también se dañan.
En Cuba, como en los países desarrollados, existen decretos que
protegen el medio ambiente y libran a los llamados fumadores pasivos de
la acción destructiva de los fumadores activos.
En
lugares públicos, locales cerrados, transportes de pasajeros y espacios
de concurrencia general, está prohibido fumar, pero la racional medida
no se acata con rigor y seguimos bajo la amenaza de consumir la
destructiva sustancia.
Vale
defender el derecho a la salud. El asesino de blanco seguirá cobrando
víctimas, sembrando enfermedad, sufrimiento y muerte, mientras que la
humanidad en pleno no lo condene.
Por Idania Pupo Freyre
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