Por IDANIA PUPO FREYRE
NO ES NECESARIO tener unos bellos, sanos y audaces ojos negros, verdes, azules o pardos para ver y apreciar las bondades que la sociedad cubana tiene instituidas para quienes sufren ceguera parcial o total.
Como a todo tipo de minusvalía, el Estado brinda protección y opciones a quien tienes alguna limitación física, para hacer útil al país y su familia.
En el caso de quienes han perdido totalmente la visión o padecen de alguna enfermedad que limita esta capacidad funcional, hay diferentes programas para atender a esta parte de la población.
Pero lo principal es integrar a los invidentes al proyecto social que cada día se construye en el país y en el cual nadie es ajeno. El hecho de no ver o hacerlo con dificultad, no excluye al adulto, adolescente o infante de dar el aporte necesario de cada ciudadano para transformar la vida, en un afán de mejoramiento y perfección.
Eloisa Delgado Concepción tiene un aval de 24 años en tareas de dirección en la ANCI en esta provincia. Conocimiento, experiencia y energía caracterizan su función como actual presidenta de la referida institución, de la cual explica:
La Asociación Nacional del Ciego (ANCI), de Ciego de Ávila tiene en su membresía a 161 hombres y 125 mujeres que padecen de ceguera total y 17 niños y 7 niñas con igual discapacidad. Clasificados con baja visión hay 474 masculinos, 480 féminas y 63 niños, de ellos 38 varones.
Existe en la relación un grupo menor que tiene una doble incapacidad: sordos—ciegos, que suman 48 de uno y otro sexos, entre ellos 16 infantes.
Cuenta Eloísa que el pasado año se otorgaron para afiliados de la ANCI en la provincia cinco hogares, materiales de construcción, hay 12 viviendas en planes de reparación, además, se entregaron unos 70 teléfonos, 30 artículos electrodomésticos, bastones de guía y otros artículos.
La Seguridad Social tiene empleadas a 25 cuidadoras para la atención en sus hogares de ciegos y niños discapacitados, dice la directiva.
Hay en el territorio seis talleres especiales para la producción de escobas, cepillos, colchas de trapear, sobres de papel de todo los tipos, piñatas, y otros artículos, los cuales se comercializa a través de la Industria Ligera y son fuente de empleo a los miembros de la ANCI, pues no hay ninguno desempleado o abandonado a su suerte.
Otros de mayor edad son pensionados, y reciben chequeras los que no tienen capacidad para laborar, continúa explicando la presidenta de la ANCI en la provincia.
La superación cultural está garantizada desde la niñez y en el territorio avileño hay una escuela, la especial primaria Carlos Fonseca Amador, con matrícula de 38 estudiantes, cinco ciegos y 38 débiles visuales. En calidad de internados están los que no viven en la ciudad.
La institución dispone de Sicopedagogos y personal especializado en la atención de estos minusválidos. Además, hay una matrícula de cinco tres jóvenes y dos adultos para la Escuela Nacional de Rehabilitación de Ciudad de La Habana, donde recibirán adiestramiento en los quehaceres de la casa, manejar el bastón, cruzar la calle, ... y el sistema Braile.
También hay convenios para la atención médica con la consulta de baja visión y la atención primaria de salud.
El sistema Braile, de lectura para ciegos, se imparte en siete municipios, en tres de estos en escuelas cerradas y las restantes son ambulatoria.
También, como una novedad es que la ANCI avileña firmará un convenio con la Asociación de Ciegos de Argentina para abrir un aula de sistema Braile de nivel Medio Superior, única de su tipo en el país, concluye Eloísa.
Ahora, la Misión Milagro, proyecto del ALBA para los pobres mundo, se dedica a, de forma gratuita, tratar enfermedades oftalmológicas y preservar o restituir el acto de ver a personas que padecen de las diversas afecciones de los ojos.
En Cuba, quienes han perdido total o parcialmente el sentido de la visión, sienten la protección de una sociedad en la cual el ser humano es lo primero y se integran, en armonioso concierto, a construir la utopía del mundo mejor.
Son ojos que no ven con corazones que agradecen.
NO ES NECESARIO tener unos bellos, sanos y audaces ojos negros, verdes, azules o pardos para ver y apreciar las bondades que la sociedad cubana tiene instituidas para quienes sufren ceguera parcial o total.
Como a todo tipo de minusvalía, el Estado brinda protección y opciones a quien tienes alguna limitación física, para hacer útil al país y su familia.
En el caso de quienes han perdido totalmente la visión o padecen de alguna enfermedad que limita esta capacidad funcional, hay diferentes programas para atender a esta parte de la población.
Pero lo principal es integrar a los invidentes al proyecto social que cada día se construye en el país y en el cual nadie es ajeno. El hecho de no ver o hacerlo con dificultad, no excluye al adulto, adolescente o infante de dar el aporte necesario de cada ciudadano para transformar la vida, en un afán de mejoramiento y perfección.
Eloisa Delgado Concepción tiene un aval de 24 años en tareas de dirección en la ANCI en esta provincia. Conocimiento, experiencia y energía caracterizan su función como actual presidenta de la referida institución, de la cual explica:
La Asociación Nacional del Ciego (ANCI), de Ciego de Ávila tiene en su membresía a 161 hombres y 125 mujeres que padecen de ceguera total y 17 niños y 7 niñas con igual discapacidad. Clasificados con baja visión hay 474 masculinos, 480 féminas y 63 niños, de ellos 38 varones.
Existe en la relación un grupo menor que tiene una doble incapacidad: sordos—ciegos, que suman 48 de uno y otro sexos, entre ellos 16 infantes.
Cuenta Eloísa que el pasado año se otorgaron para afiliados de la ANCI en la provincia cinco hogares, materiales de construcción, hay 12 viviendas en planes de reparación, además, se entregaron unos 70 teléfonos, 30 artículos electrodomésticos, bastones de guía y otros artículos.
La Seguridad Social tiene empleadas a 25 cuidadoras para la atención en sus hogares de ciegos y niños discapacitados, dice la directiva.
Hay en el territorio seis talleres especiales para la producción de escobas, cepillos, colchas de trapear, sobres de papel de todo los tipos, piñatas, y otros artículos, los cuales se comercializa a través de la Industria Ligera y son fuente de empleo a los miembros de la ANCI, pues no hay ninguno desempleado o abandonado a su suerte.
Otros de mayor edad son pensionados, y reciben chequeras los que no tienen capacidad para laborar, continúa explicando la presidenta de la ANCI en la provincia.
La superación cultural está garantizada desde la niñez y en el territorio avileño hay una escuela, la especial primaria Carlos Fonseca Amador, con matrícula de 38 estudiantes, cinco ciegos y 38 débiles visuales. En calidad de internados están los que no viven en la ciudad.
La institución dispone de Sicopedagogos y personal especializado en la atención de estos minusválidos. Además, hay una matrícula de cinco tres jóvenes y dos adultos para la Escuela Nacional de Rehabilitación de Ciudad de La Habana, donde recibirán adiestramiento en los quehaceres de la casa, manejar el bastón, cruzar la calle, ... y el sistema Braile.
También hay convenios para la atención médica con la consulta de baja visión y la atención primaria de salud.
El sistema Braile, de lectura para ciegos, se imparte en siete municipios, en tres de estos en escuelas cerradas y las restantes son ambulatoria.
También, como una novedad es que la ANCI avileña firmará un convenio con la Asociación de Ciegos de Argentina para abrir un aula de sistema Braile de nivel Medio Superior, única de su tipo en el país, concluye Eloísa.
Ahora, la Misión Milagro, proyecto del ALBA para los pobres mundo, se dedica a, de forma gratuita, tratar enfermedades oftalmológicas y preservar o restituir el acto de ver a personas que padecen de las diversas afecciones de los ojos.
En Cuba, quienes han perdido total o parcialmente el sentido de la visión, sienten la protección de una sociedad en la cual el ser humano es lo primero y se integran, en armonioso concierto, a construir la utopía del mundo mejor.
Son ojos que no ven con corazones que agradecen.
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