Por IDANIA PUPO FREYRE
Un largo, largísimo desfile de pueblo toma las principales calles de las ciudades cubanas esta mañana.
La alegría prima en la multitud. Sus sonrisas delatan la felicidad que les embarga.
Hay música, congas, tambores, ritmos de diversas sonoridades. Son los cánticos que los obreros entonan en su fiesta anual.
Es Primero de Mayo, suficiente motivo para hacer de la mañana, un gran jolgorio de pueblo.
Todos
quieren desfilar con sus ropas llenas de colorido. Algunos portan
banderas, otros carteles. Mientras avanzan por las calles cantan, ríen,
gritan consignas revolucionarias.
Es fiesta, la gran festividad obrera de cada año, la cual reúne a los obreros y sus familiares en marcha unida y firme.
Metas
cumplidas, producciones realizadas, servicios prestados, obras
terminadas…, esas son las celebraciones de hoy para mañana comenzar una
nueva batalla por mejorar nuestra sociedad, por producir más y mejor.
Todos
quieren desfilar con sus ropas llenas de colorido. Algunos portan
banderas, otros carteles. Mientras avanzan por las calles cantan, ríen,
gritan consignas revolucionarias.
Es fiesta, la gran festividad obrera de cada año, la cual reúne a los obreros y sus familiares en marcha unida y firme.
Metas
cumplidas, producciones realizadas, servicios prestados, obras
terminadas…, esas son las celebraciones de hoy para mañana comenzar una
nueva batalla por mejorar nuestra sociedad, por producir más y mejor.
Música, sonrisas, colores…, así es el Primero de Mayo en mi Cuba, un festejo que la Unión Europea, ni los enemigos del norte, han visto en ningún otro país.
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