El doctor Jorge Luis Quiñones Aguilar es uno de los
165 cubanos que enfrentan el Ébola en Sierra Leona.
Tiene 38 años y antes de
partir para cumplir está misión médica se desempeñaba como jefe de departamento
del Centro Provincial de Promoción y Educación para la Salud en Holguín.
Cada día Jorge Luis escribe mensajes y pone fotos en
la red social Facebook y ayer escribió dos muy alentadores que quiero
reproducir para que los conozcan, por su interés y la esperanza que nos brinda
a todos los que vemos la mortal epidemia, como una gran amenaza para la
humanidad.
“Hoy trabajamos hasta las 2 pm en el Hospital. Todo transcurrió
normal y sin complicaciones. Realizamos el pase de visita y todo lo demás que
siempre hacemos.
Un comentario del personal Leones nos llamó la
atención. "Los casos están bajando", decían. Y parece ser cierto. Hoy
amanecieron 8 pacientes en sala, de ellos 6 fueron negativos y solo uno
positivo. Nos comentó el técnico de laboratorio que ayer en todo el país habían
dado positivo sólo 29 casos. Quizás no sea el fin total del Ébola, pero al
parecer ha comenzado a controlarse la enfermedad. Es nuestro mayor deseo.
El número de casos de Ébola aparentemente esta
bajando. Una de las causas de que esto ocurra es el intenso trabajo comunitario
que se está haciendo por parte de voluntarios, dentro de los cuales hay un
número importante de sobrevivientes de la enfermedad.
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| Cuadrillas visitan los barrios realizan pesquisa |
También ofrecen Promoción de Salud, pero de eso, hablaremos mañana. Como saben, ese es mi trabajo en Cuba, por lo que quiero dedicar un aparte a tan importante actividad.
Aparentemente estamos venciendo al Ébola.
Cubanos,
leoneses, ingleses, alemanes, estadounidenses y un sin número de nacionalidades
hemos puesto nuestro mayor empeño para esto y lo estamos logrando. Continuamos bien.”
No son cifras oficiales, es la
observación diaria de un médico que enfrenta esta mortal enfermedad.
Así escribió el doctor Jorge Luis Quiñones Aguilar, quien en una entrevista publicada por el periódico Granma, de Cuba, respondió así a la siguiente interrogante:
—Es una misión difícil…?—Es una misión médica sin precedentes. Estuve en Pakistán, Haití y Venezuela, y no he visto nada igual. Mucha gente cuenta con nosotros y hay un alto riesgo. Serán seis meses duros, pero no irresistibles.
Tenemos que protegernos y proteger al compañero que está atendiendo un caso. El miedo es nuestro aliado, porque nos acompaña siempre: si dejamos de sentirlo, aparece la confianza, y con ella, el riesgo de infectarnos se incrementa, así que es mejor sentir mucho miedo y culminar nuestra tarea vivos.
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