La epidemia del siglo: el ébola,
todavía tiene muchos misterios para las personas. Ya en los países más
afectados se trabaja fuerte por frenar la extensión del virus y bajar la
mortalidad de esta enfermedad y entre los que enfrentar esa labor está el doctor
Ronald Hernández, de Cuba, quien cuenta en su perfil de Facebook, cómo se
enfrenta la atención a los pacientes y la bio seguridad que cumplen para cuidar
sus vidas. Al respecto dice:
Se trabaja bajo los protocolos de la Organización Mundial
de la Salud
para el tratamiento del virus del ébola
Los trajes son impermeables, cubren todo el cuerpo, incluyendo la cabeza, con una capucha del mismo traje, se usan
botas de goma, máscaras y espejuelos, con dos pares de guantes.
La hospitalización se divide en sospechosos, presuntivos y confirmados, siempre se pasa visita desde el primero al último, y nunca se vuelve atrás, es decir, el flujograma es en una sola dirección; no se usan artículos personales dentro de ellas, ni siquiera lapiceros, se escribe en una pizarra informativa o en algo así como un mural, las indicaciones del tratamiento, los signos vitales, temperatura y pulso.
Lo más importante es, primero escoger la talla
adecuada del traje, y el peligro más grande es al quitárselo, por que puede
estar contaminado con secreciones, vómito, etc de los pacientes, aquí en la
salida tenemos el apoyo de nuestros epidemiólogos, el alma de la misión, ellos nos
van guiando en cada uno de los pasos, dando apoyo psicológico, muy importante
pues después de dos horas con el traje el deseo es quitárselo y tomar agua es
grande.
Primero se nos rocía con hipoclorito al 0.5, a todo el cuerpo, luego nos vamos quitando lentamente toda la protección, lavándonos las manos entre una y otra, en fin es un proceso largo y complejo, pero con la calidad que se hace impide que puedan existir problemas.
Primero se nos rocía con hipoclorito al 0.5, a todo el cuerpo, luego nos vamos quitando lentamente toda la protección, lavándonos las manos entre una y otra, en fin es un proceso largo y complejo, pero con la calidad que se hace impide que puedan existir problemas.
Algo más, en el caso de estar dentro del área roja y alguien sentirse mal, tener mucha sed o deseos de ir a hacer una necesidad fisiológica, se interrumpe el trabajo de inmediato y se sale custodiado por su compañero, ya luego de concluido todo este proceso, se nos suministra sales de rehidratación oral y agua, y existen condiciones para el descanso.
Se trabaja en turnos de 6 horas,
pero no se esta dentro del área roja más de dos horas.
Hasta aquí el relato del doctor Ronald Hernández, quien labora en Liberia como parte de la brigada médica de Cuba que trabaja en África Occidental donde más azota el ébola. Una vez más los cubanos se entregan a la lucha por salvar a la humanidad.
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