Por: IDANIA PUPO FREYRE Foto: MARTHA HERNÁNDEZ PINO
Ya son siete los avileños que reciben un implante cloquear para corregir la sordera, la más reciente de ellos resultó Yaimiris Flores Leyva, de doce años, quien vive y estudia en el municipio de Morón.
Los de menor edad de esta provincia implantados son Juan Ernesto Valero Assef, de cinco años de edad y residente en el municipio de Baraguá, y Cristina Álvarez Varela, de cinco y procedente de Chambas.
Irochi, en su proceso de rehabilitación la doctora Lourdes González y la licenciada Alina Alonso
Los primeros avileños sometidos a un implante coclear para corregir la sordera en el 2005 fueron los niños Beatriz del Risco y Alejandro Gutiérrez, la adolescente Jennifer Reina y el joven Irochi Solier, de 26 años.
Jennifer, de 16 años, también fue operada de catarata y padece de baja visión, en tanto Irochi, graduado de Informática, fue el primer adulto de Cuba implantado.
La compleja cirugía para colocar el aditamento auditivo se realiza hospitales especializados de Ciudad de La Habana, y la fase inicial de recuperación se cursa en el Centro Internacional de Salud La Pradera, hasta estar listos para comenzar el proceso de rehabilitación del lenguaje y la audición en sus propios hogares.
Un equipo multidisciplinario de rehabilitación, integrado por médicos, sicólogos, pedagogos y personal de apoyo, laboran en la provincia de Ciego de Ávila para lograr desarrollar en los pacientes un lenguaje oral fluido.
La doctora Lourdes María González, graduada desde 1996 como especialista de Primer Grado en Logofoniatría, al ofrecer la información señaló que esta es una nueva experiencia requiere de un largo y paciente trabajo, mucho amor y dedicación para tratar con personas que siempre vivieron en un mundo de silencio.
Se ha continuado el proceso de captar más niños sordos para ser tratados con implante coclear; es importante que el implante se realice en las edades tempranas porque facilita el proceso de rehabilitación del niño, con mejores resultados, según criterio de la doctora Lourdes González.
El implante coclear consiste en una prótesis que se instala mediante microcirugía en el oído interno de quienes padecen de sordera profunda bilateral.
El chip implantado es capaz de reconocer entre 16 y 31 canales de estimulación que se encuentran en el oído interno y provoca impulsos eléctricos hacia el cerebro, los que el paciente debe aprende a decodificar, de ahí lo extenso, complejo y laborioso tratamiento rehabilitador a que están sometidos los implantados.
El diminuto aditamento es un equipo electrónico de alta tecnología y complejidad, capaz de sustituir al oído interno (órgano de corti), dañado en las sorderas neurosensoriales y de transformar las ondas sonoras del medio externo (ruido ambiental, palabras, música) en potenciales eléctricos y trasmitirlos directamente al nervio auditivo y a través de este al cerebro.
Resulta una cirugía difícil, en la cual se emplea un equipamiento de alta tecnología, pero con la habilidad quirúrgica, entrenamiento y experiencia, las complicaciones se reducen a la mínima expresión.
La cirugía para el implante cloquear, por lo general, dura de dos a tres horas, las complicaciones son poco frecuentes en el post-operatorio, con los riesgos de cualquier acto quirúrgico bajo anestesia general y el alta hospitalaria oscila entre 24 y 48 horas.
El costo de la operación en Estados Unidos sobrepasa los 35 000 dólares y en Cuba se hace de forma gratuita.
El número de cubanos sordos que recuperaron la audición en Cuba se eleva ya ha 145, gracias al implante coclear, moderno y costoso método que recibieron gratis.
Entre los beneficiados figuran 22 sordo ciegos, el primero de ellos hace ocho años, y se incluye también una niña de 11 meses.
Como en otros programas, el Estado cubano invierte cuantiosos recursos en esta actividad de Salud para lograr una vida plena y feliz de individuos marcados por la sordera profunda.