Por IDANIA PUPO FREYRE
Un fallo multiorgánico provocó el fallecimiento del niño Luis Peláez Rodríguez, a las 4:58 de la tarde del viernes, tras 45 días de denodada batalla por su vida en la Unidad de Cuidados Intensivos Pediátricos (UCIP), del Hospital Provincial Doctor Antonio Luaces Iraola, de Ciego de Ávila.
Desde las 10:00 am del propio día, Luisito estaba en paro renal, con ausencia de todo tipo de reflejos (estado de coma) y parámetros ventilatorios (respiración artificial asistida), no compatibles con la vida.
La doctora Mercedes Ferrer, especialista de segundo grado en Emergencia y Terapia Intensiva Pediátrica, que asumía la guardia médica en la UCIP al momento del deceso, dijo que ni el hijo de un multimillonario de un país desarrollado hubiera tenido las atenciones médicas, todo el amor y la dedicación que se le prodigaron a Luisito durante su larga estancia hospitalaria.
En este caso tan sensible el valor humano prevaleció, junto a los máximos recursos médicos, incluida una cirugía vascular derivativa de gran envergadura.
A pesar del intenso dolor por la pérdida de su único hijo, los padres del pequeño paciente de dos años y tres meses, Yasiel y Luis, estuvieron ecuánimes y agradecieron a todo el personal médico, paramédico y de servicio, las atenciones recibidas.
Luisito padecía de una Hipertensión Portal (aumento de la presión del flujo sanguíneo de la vena porta que le producía sangramientos digestivos).
Desde el 17 de octubre ingresó en la UCIP. El pequeñín fue sometido a tratamientos médicos, endoscópicos y quirúrgicos, realizados por médicos locales, pero no lograron controlar las hemorragias; se requería de una cirugía vascular derivativa, la cual se realizaba sólo en hospitales de Ciudad de La Habana.
La inestabilidad hemodinámica, la dependencia de respiración artificial asistida y el deterioro de la salud de Luisito no permitían su traslado ni por vía terrestre ni aérea.
Entonces se solicitó la presencia del equipo de Cirugía Hepatobiliar y de Trasplante Hepático del Hospital Nacional Pediátrico William Soler, el cual se trasladó a la capital avileña en la mañana de domingo 19 y, tras evaluar el caso, se decide acometer la cirugía de gran envergadura.
Desde las 4:00 de la tarde del propio domingo comenzó a reunirse el equipo procedente de la capital del país, con cirujanos, anestesiólogos y enfermeros avileños. Junto trabajaron ininterrumpidamente en los procederes previos, durante y postoperatorios hasta las 7:00 de la mañana del lunes.
El doctor Ramón Villamil, quien realiza los trasplantes hepáticos a niños en Cuba, y el profesor Rafael Trinchet, presidente de la Asociación Cubana de Cirugía Pediátrica, fueron los cirujanos principales del acto quirúrgico y en todo momento elogiaron la capacidad profesional de sus homólogos locales, de los intensivistas y anestesiólogos y el personal de enfermería que ha atendió este caso en el hospital local.
En Cuba los servicios médicos no son un mercado ni un lucro. El Estado garantiza a todos los ciudadanos la atención médica gratuita, como principal derecho para cada ser humano.
Un fallo multiorgánico provocó el fallecimiento del niño Luis Peláez Rodríguez, a las 4:58 de la tarde del viernes, tras 45 días de denodada batalla por su vida en la Unidad de Cuidados Intensivos Pediátricos (UCIP), del Hospital Provincial Doctor Antonio Luaces Iraola, de Ciego de Ávila.
Desde las 10:00 am del propio día, Luisito estaba en paro renal, con ausencia de todo tipo de reflejos (estado de coma) y parámetros ventilatorios (respiración artificial asistida), no compatibles con la vida.
La doctora Mercedes Ferrer, especialista de segundo grado en Emergencia y Terapia Intensiva Pediátrica, que asumía la guardia médica en la UCIP al momento del deceso, dijo que ni el hijo de un multimillonario de un país desarrollado hubiera tenido las atenciones médicas, todo el amor y la dedicación que se le prodigaron a Luisito durante su larga estancia hospitalaria.
En este caso tan sensible el valor humano prevaleció, junto a los máximos recursos médicos, incluida una cirugía vascular derivativa de gran envergadura.
A pesar del intenso dolor por la pérdida de su único hijo, los padres del pequeño paciente de dos años y tres meses, Yasiel y Luis, estuvieron ecuánimes y agradecieron a todo el personal médico, paramédico y de servicio, las atenciones recibidas.
Luisito padecía de una Hipertensión Portal (aumento de la presión del flujo sanguíneo de la vena porta que le producía sangramientos digestivos).
Desde el 17 de octubre ingresó en la UCIP. El pequeñín fue sometido a tratamientos médicos, endoscópicos y quirúrgicos, realizados por médicos locales, pero no lograron controlar las hemorragias; se requería de una cirugía vascular derivativa, la cual se realizaba sólo en hospitales de Ciudad de La Habana.
La inestabilidad hemodinámica, la dependencia de respiración artificial asistida y el deterioro de la salud de Luisito no permitían su traslado ni por vía terrestre ni aérea.
Entonces se solicitó la presencia del equipo de Cirugía Hepatobiliar y de Trasplante Hepático del Hospital Nacional Pediátrico William Soler, el cual se trasladó a la capital avileña en la mañana de domingo 19 y, tras evaluar el caso, se decide acometer la cirugía de gran envergadura.
Desde las 4:00 de la tarde del propio domingo comenzó a reunirse el equipo procedente de la capital del país, con cirujanos, anestesiólogos y enfermeros avileños. Junto trabajaron ininterrumpidamente en los procederes previos, durante y postoperatorios hasta las 7:00 de la mañana del lunes.
El doctor Ramón Villamil, quien realiza los trasplantes hepáticos a niños en Cuba, y el profesor Rafael Trinchet, presidente de la Asociación Cubana de Cirugía Pediátrica, fueron los cirujanos principales del acto quirúrgico y en todo momento elogiaron la capacidad profesional de sus homólogos locales, de los intensivistas y anestesiólogos y el personal de enfermería que ha atendió este caso en el hospital local.
En Cuba los servicios médicos no son un mercado ni un lucro. El Estado garantiza a todos los ciudadanos la atención médica gratuita, como principal derecho para cada ser humano.
No hay comentarios:
Publicar un comentario