En la foto de la doctora Inoelvis Cardoso se aprecia la forma de embalar los órganos, en este caso, un hígado, en un bolsa de nailón, con una solución especial que lo conserva, para colocarlos en neveras especiales y transpórtalos
Por IDANIA PUPO FREYRE
Fotos:MARTHAHERNÁNDEZ PINO y JOSÉ DE LA ROSA
TODO lo que en el transcurso de nuestras vidas hemos ido creando puede desaparecer en un segundo junto con nuestra propia existencia. La familia que formamos, el jardín que plantamos, los amigos que cultivamos, los poemas y cartas que escribimos..., se esfuman en ese tránsito oscuro llamado muerte.
Sin embargo, la naturaleza que nos creó ofrece la posibilidad de contribuir a la existencia de otros seres humanos, lo cual, de cierto modo, permite perpetuarnos.
Sucede que, a veces, así, sin aviso previo, de momento, sufrimos un golpe y perdemos una única riqueza válida del ser humano: la salud. Usted que ahora lee tranquilamente este trabajo periodístico, yo que lo escribí, nuestros seres más queridos, el amigo o el vecino, podemos ser los protagonistas de historias desgarradoras, muy tristes, al sufrir de enfermedades que minan el físico y el alma..
El gran desafío de la Medicina es preservar y prolongar la vida de los seres humanos, más allá de la edad, de dolencias crónicas y terminales; en ese reto se han realizado miles de investigaciones y experimentos, dentro de ellas en el campo de la Trasplantología, rama de la Medicina muy costosa, por la gran cantidad de recursos que implica, y casi privativa de países desarrollados, del Primer Mundo. Sustituir órganos, piel, médula y tejidos dañados por otros sanos constituye la aspiración máxima del hombre en su lucha por la prolongación de su vida útil y el alivio de sus males.
El primer trasplante clínico lo desarrolló Peter Medawar quien interesado en los injertos de piel en las quemaduras de conflagración bélica durante la Segunda Guerra Mundial, utilizó piel procedente de diferentes personas sin relación de consanguinidad alguna y estableció las leyes básicas de la inmunología de la tolerancia, las cuales le valieron el Premio Nobel.
En nuestro país los primeros intentos datan de los trasplantes óseos realizados por el doctor Inclán, en la década del 40. No obstante el impresionante desarrollo científico alcanzado por Cuba en los últimos 30 años en el campo de la Medicina, en virtud de una voluntad política que prioriza el nivel de salud de la población, ha hecho que la trasplantologìa cubana pueda exhibir sus modestos logros. En la pequeña isla del Caribe, el primer trasplante cardíaco se realizó en el hospital Clínico Quirúrgico “Hermanos Ameijeiras”, el 9 de diciembre de 1985, al paciente de 38 años de edad Jorge Hernández Ocaña, quien falleció dos años después de la operación. Con anterioridad se habìa realizado un trasplante renal y se realizó el 24 de febrero de 1970 en el Instituto de Nefrología.
CIEGO DE ÁVILA SE INSERTA EN EL PROGRAMA
En 1986 se hace la primera extracción de órganos en esta provincia, hecho realizado en el Hospital General Docente Roberto Rodríguez, El Vaquerito, de Morón. De entonces a la fecha en el territorio avileño se ha desarrollado un trabajo encomiable para una provincia pequeña. Dicho ascenso va desde el adiestramiento del personal médico y paramédico, los elementos materiales necesarios, la dotación de apoyo y el sistema en si, hasta todo el complejo andamiaje que se mueve alrededor de este hecho trascendental y costoso.
Tras algunos primeros intentos y, sobre todo, buscado la etapa propicia, con todos los recursos humanos y materiales listo para la prueba de fuego, fue a finales del 2003 que se inicia el gran despegue de esta actividad en el territorio.
En esta misma fecha se crea en los dos centros hospitalarios de la provincia las Unidades Coordinadoras, revitalizando el Programa Nacional de Donación, Extracción y Trasplantes de Órganos y Tejidos Humanos.
Sobre este tema el doctor Jorge Herrera Zamora, con 14 años en el ejercicio de la profesión, especialista de primer grado en Angiologìa y Cirugía Vascular y Jefe de la coordinación provincial, señala:
Tras la incipiente etapa inicial, no contabilizada en nuestra memoria, del 2003 a marzo el 2006 se han realizado 16 actos de extracciones en pacientes en muerte encefálica (de estos, cinco fueron multiorgánicas), las cuales permitieron realizar 32 trasplantes renales, cinco hepáticos, dos cardiacos, uno pulmonar, 22 trasplantes de corneas y extracciones de tejido vascular. ¡Cuántas vidas salvadas, prolongadas! En la última reunión nacional de la coordinadores de este Programa, a finales de marzo, se informó que hasta ese momento la provincia avileña era la de mejores indicadores en el proceso de donación de órganos en Cuba.
A manera de información el doctor Herrera contabiliza los avileños beneficiados con injerto de vísceras donadas en los últimos años: Existen 10 personas trasplantadas de riñón, uno de hígado, otro con tejido vascular y una cifra mayor e indeterminada que recobraron la visión gracias a córneas implantadas.
PROCEDERES, RECURSOS Y ACCIONES MÉDICAS
—¿Qué condiciones existen en la provincia para realizar las extracciones de órganos?
—Después de implementada la Resolución 46 del Ministerio de Salud Pública en las unidades coordinadoras de los hospitales de Ciego de Ávila y de Morón, se estableció el protocolo de trabajo para el proceso de donación de órganos, rectorizado por la Coordinadora Nacional.
En cada unidad se creó un equipo multidisciplinario de cirujanos, intensivistas, neurocirujanos, anestesiólogos, nefrólogos, enfermeros, y personal de apoyo, adiestrados en esta actividad.
Nuestros hospitales disponen en las Unidades de Terapia Intensiva (UCI) y Quirúrgica de los recursos materiales necesarios para las extracciones y el personal involucrado sabe qué papel juega ante una alerta de posible donante. Vale destacar que, por la dinámica de esta actividad ya se han conformado en los hospitales de Ciego de Ávila y Morón, equipos multidisciplinarios perfectamente orientados y conocedores de la actitud a seguir inmediatamente de conocerse la existencia de un posible donante.
Para nosotros no hay horario, días festivos, compromisos personales, jornada de descanso que impida a acudir a un llamado que implica la continuidad de la vida de otros seres humanos.
—¿Cuáles son los requerimientos para que un paciente sea un posible donante de sus órganos?
—Como premisa fundamental y única es que la persona halla desarrollado la muerte encefálica, la cual se produce por traumatismos cráneoencefálico, hemorragias cerebrales, tumores primarios del cerebro y enfermedades cerebro—hipòxicas, que no tengan contraindicaciones clínicas como sepsis, virus del SIDA positivo u otros tipos de neoplasias.
El límite de edad para donar es relativo, permisible hasta los 65 años en casos de riñón, hasta 50 para corazón, y hasta 80 en el caso del hígado, siempre que la función hepática sea correcta y no existan las contraindicaciones generales, e indeterminado en el caso de las córneas.
Cuando una persona, por estas causas, desarrolla una muerte encefálica se declara fallecida porque constituye legalmente su fallecimiento, ya que los parámetros vitales se mantendrán solo por el apoyo ventilatorio y farmacológico. Este proceso en las UCI es determinante y requiere de una gran destreza profesional.
Su cerebro dejó de funcionar y con él, comienza el deterioro de el resto de las funciones orgánicas, las cuales solo se logran mantener, con el referido apoyo médico, por tiempo breve, que se aprovecha, de autorizarse la donación de uno o varios de sus órganos, en movilizar el personal adiestrado para la extracción y llevar a cabo el referido acto quirúrgico, que como es lógico, se lleva a cabo en un salón de operaciones, con todos los procederes médicos y humanitarios establecidos, explica en detalles el galeno avileño.
Existen otras variantes respectos a los donantes y sus condicionales (vivo, en casos de un riñón, que generalmente se hace de un familiar a otro) y el sin sostén, que aún no se practica en esta provincia por no disponer de las condiciones logísticas.
—¿Cómo es el mecanismo coordinativo ante un caso de posible donante?
—Una vez que la Unidad de Terapia Intensiva informa a la coordinación de su hospital que existe un paciente con una de las patologías antes mencionadas, que progresivamente degrada su estado de conciencia, el primer paso es personarse
en esta Unidad, tomar las generales del paciente (grupo sanguíneo, edad, antecedentes patológicos personales...), indicar estudios virológicos (VIH, Hepatitis B y C), y exámenes de rutina y específicos para cada paciente e inmediatamente se informa a las Coordinaciones Nacional y Regional de Trasplante.
Para este momento ya está también activada la Comisión de Muerte Encefálica, la cual evalúa periódicamente al paciente hasta que por el deterioro progresivo e irreversible de las funciones cerebrales se diagnostica la muerte encefálica.
A partir de este momento comienza el mantenimiento del potencial donante en la Unidad de Terapia Intensiva, una fase difícil y compleja por la brevedad del tiempo de que dispone. Se trata de mantener los órganos vitales para su posterior extracción.
Varias acciones médicas, el suministro de medicamentos sostenedores y, sobre todo, la respiración artificial, logran preservar vitales sus órganos.
—¿Qué trámites legales conlleva este tipo de donación?
—Una vez determinada, con todo el rigor que ello lleva que el paciente está fallecido en muerte encefálica, se le comunica a los familiares y se les hace la petición de los órganos, independientemente que en vida el paciente halla autorizado o no el consentimiento a donarlos, expresado en su carné de identidad. La identidad del donante es absolutamente secreta y no se informa ni al receptor ni a persona alguna por cuestiones éticas.
Según relata el doctor Herrera Zamora, esta etapa tan difícil para la familia y el personal médico se hace con extremo cuidado, se reúnen en un local habilitado al efecto, se garantiza toda la asistencia médica y administrativa, previendo las consecuencias que la noticia pueda causar en los dolientes.
Existe un documento oficial que se llena y requiere de la firma de uno de los familiares con los siguientes lazos sanguíneos: padre, madre, hijos y hermanos del fallecido. No existen presiones, la familia delibera y decide libremente, dice el doctor Herrera.
Vale resaltar que en nuestra provincia las negativas familiares han sido muy pocas, lo que demuestra la alta sensibilidad humana y solidaria de la familia avileña.
—¿Cómo es el proceso anterior y posterior a las extracciones?
—Cuando se dispone de la autorización correspondiente se informa a las coordinadoras nacionales y territoriales y se le da la prioridad a extracciones mono o multiorgánicas, siempre en dependencia de las urgencias de órganos que halla a nivel nacional.
Si la donación es solo de riñones los especialistas del Grupo de Extracción y Trasplantes de Camagüey se trasladan por vía terrestre a Ciego de Ávila o Morón y junto con los equipos de estos hospitales se procede al acto quirúrgico.
De existir urgencias de corazón o hígado, entonces se procede a la extracción multiorgánica, es cuando se movilizan en Ciudad de La Habana los equipos extractores que en muchas ocasiones son también los que llevan a cabo la implantación de los órganos.
Por lo general son equipos del CIMEQ y el Hermanos Ameijeiras, que se trasladan por vía aérea hasta los aeropuertos avileños, en vuelos especiales, habilitados al efecto.
Para estas complejas y rápidas operaciones se movilizan personal de la Dirección Provincial de Salud, la Aeronáutica civil y militar, ambulancias del SIUM, patrullas de la PNR que facilitan el rápido movimiento de los vehículos por las carreteras y otro personal de apoyo, todos imprescindibles en una maniobra que involucra personal de varias profesiones, medios de trasportes, técnicos y médicos, todos en perfecta sincronización, ya que el tiempo, los minutos, cuentan en el resultado exitoso de la extracción y posterior trasplante de los órganos.
—Pudiera imaginarse que un cuerpo humano llegue a convertirse en un automóvil, al cual se le reponen las piezas que se van deteriorando y así se prolonga su vida útil. ¿Cuántos y cuáles órganos sirven para ser trasplantados y dar continuidad a la existencia? ¿El avance de la ciencia conlleva a posibilitar que una persona viva con la mayoría de sus órganos recibidos de otra persona?
—Hasta el momento los avances científicos en esta materia han permitido injertar vísceras vitales sólidas, como corazón, hígado, riñón , páncreas y pulmón y no sólidas, como el intestino, tejidos, entre los que están las córneas, vasculares y piel. Además de los trasplantes de células hematopoyèticas, las cuales ya se hacen en nuestro país, con resultados alentadores.
Siempre hay pacientes en espera, algunos como los que necesitan de un trasplante renal, conectados a riñones artificiales y otros como los que requieren de un injerto hepático o cardiaco, esperando su única oportunidad de vida.
Este es un proceder médico de alto valor monetario en el mundo, y en algunos países solo al alcance de personas de mucho poder adquisitivo, asevera Herrera y abunda: Por citar ejemplos: el valor de un corazón es de 91.000 dólares, precio por uno instalado en los Estados Unidos. El costo del órgano es de 12.750, mientras que el precio del médico es de 10.000 y el del hospital de 62.000.
El valor de las corneas es de 15.000, cifra que cobra el Lions Bank de Nuevo México, EE.UU. a los hospitales de su país. Un costo de un trasplante de hígado en la India, incluyendo el órgano, es de 7 500 para los nativos. Los turistas pagan hasta 500 extra. En el Reino Unido por 43 000 se injertan un par de pulmones junto con un corazón.
Se conoce que esta sensible y humana actividad científica se ha sometido burdamente a comercio en algunos países. La compra—venta de órganos humanos es anunciada en portales de Internet y están siendo utilizados para el tráfico, subasta... otra mercancía más.
El comercio ilegal incluye desde personas con problemas económicos que desean vender órganos no vitales, a presos que van a ser ejecutados. En algunas web se anuncia centenares de productos electrónicos, electrodomésticos o coches y se ofrece también la posibilidad de adquirir córneas, pulmones, riñones e hígados y todos los órganos médicamente trasplantables de una persona a otra.
En Cuba, con un proyecto social diferente, en el cual la satisfacción de las necesidades del ser humano, es lo primero, todo esta compleja y costosa tecnología se hace totalmente gratis, como lo es el seguimiento de los pacientes trasplantados que requieren de medicamentos muy caros en el mercado internacional, como lo son las drogas antirrechazo y que son totalmente subvencionadas por el Estado.
La Medicina no detendrá su experimentación a fin de prolongar al máximo de sus posibilidades, la existencia del ser humano, concediéndole no solo más años de existencia, si no una vida plena y con mayor calidad, concluye el especialista avileño.
La acción médica en materia de transplantes servirá para que una sociedad, en un momento dado llegue a ser verdaderamente humana, preocupándose por el desarrollo del potencial humano de todos sus miembros.
La práctica de los trasplantes se enmarca en relación con el principio y el fin de la vida.
Sin embargo, la naturaleza que nos creó ofrece la posibilidad de contribuir a la existencia de otros seres humanos, lo cual, de cierto modo, permite perpetuarnos.
Sucede que, a veces, así, sin aviso previo, de momento, sufrimos un golpe y perdemos una única riqueza válida del ser humano: la salud. Usted que ahora lee tranquilamente este trabajo periodístico, yo que lo escribí, nuestros seres más queridos, el amigo o el vecino, podemos ser los protagonistas de historias desgarradoras, muy tristes, al sufrir de enfermedades que minan el físico y el alma..
El gran desafío de la Medicina es preservar y prolongar la vida de los seres humanos, más allá de la edad, de dolencias crónicas y terminales; en ese reto se han realizado miles de investigaciones y experimentos, dentro de ellas en el campo de la Trasplantología, rama de la Medicina muy costosa, por la gran cantidad de recursos que implica, y casi privativa de países desarrollados, del Primer Mundo. Sustituir órganos, piel, médula y tejidos dañados por otros sanos constituye la aspiración máxima del hombre en su lucha por la prolongación de su vida útil y el alivio de sus males.
El primer trasplante clínico lo desarrolló Peter Medawar quien interesado en los injertos de piel en las quemaduras de conflagración bélica durante la Segunda Guerra Mundial, utilizó piel procedente de diferentes personas sin relación de consanguinidad alguna y estableció las leyes básicas de la inmunología de la tolerancia, las cuales le valieron el Premio Nobel.
En nuestro país los primeros intentos datan de los trasplantes óseos realizados por el doctor Inclán, en la década del 40. No obstante el impresionante desarrollo científico alcanzado por Cuba en los últimos 30 años en el campo de la Medicina, en virtud de una voluntad política que prioriza el nivel de salud de la población, ha hecho que la trasplantologìa cubana pueda exhibir sus modestos logros. En la pequeña isla del Caribe, el primer trasplante cardíaco se realizó en el hospital Clínico Quirúrgico “Hermanos Ameijeiras”, el 9 de diciembre de 1985, al paciente de 38 años de edad Jorge Hernández Ocaña, quien falleció dos años después de la operación. Con anterioridad se habìa realizado un trasplante renal y se realizó el 24 de febrero de 1970 en el Instituto de Nefrología.
CIEGO DE ÁVILA SE INSERTA EN EL PROGRAMA
En 1986 se hace la primera extracción de órganos en esta provincia, hecho realizado en el Hospital General Docente Roberto Rodríguez, El Vaquerito, de Morón. De entonces a la fecha en el territorio avileño se ha desarrollado un trabajo encomiable para una provincia pequeña. Dicho ascenso va desde el adiestramiento del personal médico y paramédico, los elementos materiales necesarios, la dotación de apoyo y el sistema en si, hasta todo el complejo andamiaje que se mueve alrededor de este hecho trascendental y costoso.
Tras algunos primeros intentos y, sobre todo, buscado la etapa propicia, con todos los recursos humanos y materiales listo para la prueba de fuego, fue a finales del 2003 que se inicia el gran despegue de esta actividad en el territorio.
En esta misma fecha se crea en los dos centros hospitalarios de la provincia las Unidades Coordinadoras, revitalizando el Programa Nacional de Donación, Extracción y Trasplantes de Órganos y Tejidos Humanos.
Sobre este tema el doctor Jorge Herrera Zamora, con 14 años en el ejercicio de la profesión, especialista de primer grado en Angiologìa y Cirugía Vascular y Jefe de la coordinación provincial, señala:
Tras la incipiente etapa inicial, no contabilizada en nuestra memoria, del 2003 a marzo el 2006 se han realizado 16 actos de extracciones en pacientes en muerte encefálica (de estos, cinco fueron multiorgánicas), las cuales permitieron realizar 32 trasplantes renales, cinco hepáticos, dos cardiacos, uno pulmonar, 22 trasplantes de corneas y extracciones de tejido vascular. ¡Cuántas vidas salvadas, prolongadas! En la última reunión nacional de la coordinadores de este Programa, a finales de marzo, se informó que hasta ese momento la provincia avileña era la de mejores indicadores en el proceso de donación de órganos en Cuba.
A manera de información el doctor Herrera contabiliza los avileños beneficiados con injerto de vísceras donadas en los últimos años: Existen 10 personas trasplantadas de riñón, uno de hígado, otro con tejido vascular y una cifra mayor e indeterminada que recobraron la visión gracias a córneas implantadas.
PROCEDERES, RECURSOS Y ACCIONES MÉDICAS
—¿Qué condiciones existen en la provincia para realizar las extracciones de órganos?
—Después de implementada la Resolución 46 del Ministerio de Salud Pública en las unidades coordinadoras de los hospitales de Ciego de Ávila y de Morón, se estableció el protocolo de trabajo para el proceso de donación de órganos, rectorizado por la Coordinadora Nacional.
En cada unidad se creó un equipo multidisciplinario de cirujanos, intensivistas, neurocirujanos, anestesiólogos, nefrólogos, enfermeros, y personal de apoyo, adiestrados en esta actividad.
Nuestros hospitales disponen en las Unidades de Terapia Intensiva (UCI) y Quirúrgica de los recursos materiales necesarios para las extracciones y el personal involucrado sabe qué papel juega ante una alerta de posible donante. Vale destacar que, por la dinámica de esta actividad ya se han conformado en los hospitales de Ciego de Ávila y Morón, equipos multidisciplinarios perfectamente orientados y conocedores de la actitud a seguir inmediatamente de conocerse la existencia de un posible donante.
Para nosotros no hay horario, días festivos, compromisos personales, jornada de descanso que impida a acudir a un llamado que implica la continuidad de la vida de otros seres humanos.
—¿Cuáles son los requerimientos para que un paciente sea un posible donante de sus órganos?
—Como premisa fundamental y única es que la persona halla desarrollado la muerte encefálica, la cual se produce por traumatismos cráneoencefálico, hemorragias cerebrales, tumores primarios del cerebro y enfermedades cerebro—hipòxicas, que no tengan contraindicaciones clínicas como sepsis, virus del SIDA positivo u otros tipos de neoplasias.
El límite de edad para donar es relativo, permisible hasta los 65 años en casos de riñón, hasta 50 para corazón, y hasta 80 en el caso del hígado, siempre que la función hepática sea correcta y no existan las contraindicaciones generales, e indeterminado en el caso de las córneas.
Cuando una persona, por estas causas, desarrolla una muerte encefálica se declara fallecida porque constituye legalmente su fallecimiento, ya que los parámetros vitales se mantendrán solo por el apoyo ventilatorio y farmacológico. Este proceso en las UCI es determinante y requiere de una gran destreza profesional.
Su cerebro dejó de funcionar y con él, comienza el deterioro de el resto de las funciones orgánicas, las cuales solo se logran mantener, con el referido apoyo médico, por tiempo breve, que se aprovecha, de autorizarse la donación de uno o varios de sus órganos, en movilizar el personal adiestrado para la extracción y llevar a cabo el referido acto quirúrgico, que como es lógico, se lleva a cabo en un salón de operaciones, con todos los procederes médicos y humanitarios establecidos, explica en detalles el galeno avileño.
Existen otras variantes respectos a los donantes y sus condicionales (vivo, en casos de un riñón, que generalmente se hace de un familiar a otro) y el sin sostén, que aún no se practica en esta provincia por no disponer de las condiciones logísticas.
—¿Cómo es el mecanismo coordinativo ante un caso de posible donante?
—Una vez que la Unidad de Terapia Intensiva informa a la coordinación de su hospital que existe un paciente con una de las patologías antes mencionadas, que progresivamente degrada su estado de conciencia, el primer paso es personarse
en esta Unidad, tomar las generales del paciente (grupo sanguíneo, edad, antecedentes patológicos personales...), indicar estudios virológicos (VIH, Hepatitis B y C), y exámenes de rutina y específicos para cada paciente e inmediatamente se informa a las Coordinaciones Nacional y Regional de Trasplante.
Para este momento ya está también activada la Comisión de Muerte Encefálica, la cual evalúa periódicamente al paciente hasta que por el deterioro progresivo e irreversible de las funciones cerebrales se diagnostica la muerte encefálica.
A partir de este momento comienza el mantenimiento del potencial donante en la Unidad de Terapia Intensiva, una fase difícil y compleja por la brevedad del tiempo de que dispone. Se trata de mantener los órganos vitales para su posterior extracción.
Varias acciones médicas, el suministro de medicamentos sostenedores y, sobre todo, la respiración artificial, logran preservar vitales sus órganos.
—¿Qué trámites legales conlleva este tipo de donación?
—Una vez determinada, con todo el rigor que ello lleva que el paciente está fallecido en muerte encefálica, se le comunica a los familiares y se les hace la petición de los órganos, independientemente que en vida el paciente halla autorizado o no el consentimiento a donarlos, expresado en su carné de identidad. La identidad del donante es absolutamente secreta y no se informa ni al receptor ni a persona alguna por cuestiones éticas.
Según relata el doctor Herrera Zamora, esta etapa tan difícil para la familia y el personal médico se hace con extremo cuidado, se reúnen en un local habilitado al efecto, se garantiza toda la asistencia médica y administrativa, previendo las consecuencias que la noticia pueda causar en los dolientes.
Existe un documento oficial que se llena y requiere de la firma de uno de los familiares con los siguientes lazos sanguíneos: padre, madre, hijos y hermanos del fallecido. No existen presiones, la familia delibera y decide libremente, dice el doctor Herrera.
Vale resaltar que en nuestra provincia las negativas familiares han sido muy pocas, lo que demuestra la alta sensibilidad humana y solidaria de la familia avileña.
—¿Cómo es el proceso anterior y posterior a las extracciones?
—Cuando se dispone de la autorización correspondiente se informa a las coordinadoras nacionales y territoriales y se le da la prioridad a extracciones mono o multiorgánicas, siempre en dependencia de las urgencias de órganos que halla a nivel nacional.
Si la donación es solo de riñones los especialistas del Grupo de Extracción y Trasplantes de Camagüey se trasladan por vía terrestre a Ciego de Ávila o Morón y junto con los equipos de estos hospitales se procede al acto quirúrgico.
De existir urgencias de corazón o hígado, entonces se procede a la extracción multiorgánica, es cuando se movilizan en Ciudad de La Habana los equipos extractores que en muchas ocasiones son también los que llevan a cabo la implantación de los órganos.
Por lo general son equipos del CIMEQ y el Hermanos Ameijeiras, que se trasladan por vía aérea hasta los aeropuertos avileños, en vuelos especiales, habilitados al efecto.
Para estas complejas y rápidas operaciones se movilizan personal de la Dirección Provincial de Salud, la Aeronáutica civil y militar, ambulancias del SIUM, patrullas de la PNR que facilitan el rápido movimiento de los vehículos por las carreteras y otro personal de apoyo, todos imprescindibles en una maniobra que involucra personal de varias profesiones, medios de trasportes, técnicos y médicos, todos en perfecta sincronización, ya que el tiempo, los minutos, cuentan en el resultado exitoso de la extracción y posterior trasplante de los órganos.
—Pudiera imaginarse que un cuerpo humano llegue a convertirse en un automóvil, al cual se le reponen las piezas que se van deteriorando y así se prolonga su vida útil. ¿Cuántos y cuáles órganos sirven para ser trasplantados y dar continuidad a la existencia? ¿El avance de la ciencia conlleva a posibilitar que una persona viva con la mayoría de sus órganos recibidos de otra persona?
—Hasta el momento los avances científicos en esta materia han permitido injertar vísceras vitales sólidas, como corazón, hígado, riñón , páncreas y pulmón y no sólidas, como el intestino, tejidos, entre los que están las córneas, vasculares y piel. Además de los trasplantes de células hematopoyèticas, las cuales ya se hacen en nuestro país, con resultados alentadores.
Siempre hay pacientes en espera, algunos como los que necesitan de un trasplante renal, conectados a riñones artificiales y otros como los que requieren de un injerto hepático o cardiaco, esperando su única oportunidad de vida.
Este es un proceder médico de alto valor monetario en el mundo, y en algunos países solo al alcance de personas de mucho poder adquisitivo, asevera Herrera y abunda: Por citar ejemplos: el valor de un corazón es de 91.000 dólares, precio por uno instalado en los Estados Unidos. El costo del órgano es de 12.750, mientras que el precio del médico es de 10.000 y el del hospital de 62.000.
El valor de las corneas es de 15.000, cifra que cobra el Lions Bank de Nuevo México, EE.UU. a los hospitales de su país. Un costo de un trasplante de hígado en la India, incluyendo el órgano, es de 7 500 para los nativos. Los turistas pagan hasta 500 extra. En el Reino Unido por 43 000 se injertan un par de pulmones junto con un corazón.
Se conoce que esta sensible y humana actividad científica se ha sometido burdamente a comercio en algunos países. La compra—venta de órganos humanos es anunciada en portales de Internet y están siendo utilizados para el tráfico, subasta... otra mercancía más.
El comercio ilegal incluye desde personas con problemas económicos que desean vender órganos no vitales, a presos que van a ser ejecutados. En algunas web se anuncia centenares de productos electrónicos, electrodomésticos o coches y se ofrece también la posibilidad de adquirir córneas, pulmones, riñones e hígados y todos los órganos médicamente trasplantables de una persona a otra.
En Cuba, con un proyecto social diferente, en el cual la satisfacción de las necesidades del ser humano, es lo primero, todo esta compleja y costosa tecnología se hace totalmente gratis, como lo es el seguimiento de los pacientes trasplantados que requieren de medicamentos muy caros en el mercado internacional, como lo son las drogas antirrechazo y que son totalmente subvencionadas por el Estado.
La Medicina no detendrá su experimentación a fin de prolongar al máximo de sus posibilidades, la existencia del ser humano, concediéndole no solo más años de existencia, si no una vida plena y con mayor calidad, concluye el especialista avileño.
La acción médica en materia de transplantes servirá para que una sociedad, en un momento dado llegue a ser verdaderamente humana, preocupándose por el desarrollo del potencial humano de todos sus miembros.
La práctica de los trasplantes se enmarca en relación con el principio y el fin de la vida.