Damasco, 8 mar (PL) En este Día Internacional de la Mujer, y a más de 10
mil 978 kilómetros de su patria natal, encontramos a Yeni Jiménez, una
cubana que trabaja como presentadora del noticiero en español en el
servicio nacional de televisión en Siria.
Verla en su quehacer
diario, entre cables, micrófonos y cámaras de televisión, permite
descubrir que esta cubana, a pesar de las distancias y las diferencias
culturales, no ha perdido ese encanto particular que regala nacer en la
mayor de las Antillas.
Espirituana de origen, Yeni creció en la
ciudad central de Santa Clara donde se graduó como ingeniera en
biotecnología de las plantas, en la Universidad Central de la Villas,
hasta que el amor la hizo cruzar el Atlántico y llegar a estas míticas
tierras del Medio Oriente.
“Hablar de Cuba en este país es un
orgullo, y cuando me aquí me dicen “la cubana”, siento un profundo
respeto hacia mi”, comenta la presentadora.
Cada madrugada
damasquina, Yeni se sienta frente a las cámaras para narrar noticias en
español, en un servicio de televisión dirigido a América Latina, una
profesión que ejerce desde hace 11 años, en la tierra donde comparte con
el amor de su esposo Alí y sus dos hijos.
“Ser cubano es un
orgullo – me dice-, una delicia, porque somos un país con miles de
héroes. Héroes del pasado, héroes del presente y "juégueselo todo al
canelo", que tendremos héroes en el futuro.
Conversamos con ella
de sus experiencias en un país en guerra, agredido por diferentes
fuerzas –desde el terrorismo, las campañas mediáticas de Occidente y el
sionismo-, de las emociones que vive a diario en el ejercicio de su
profesión
“Una de las mas grandes fue, y lo recuerdo como si
estuviese ahora mismo en ese lugar, fue un día como hoy, que coincidió
el Día Internacional de la mujer y el Día de las Madres, y tuve que ir a
la provincia de Quneitra, al sur del país, donde encuentran las Alturas
del Golán, un territorio sirio ocupado por Israel desde 1967,
acompañada por un grupo de camarógrafos de la televisión”, dice.
“Filmamos el encuentro –agregó- entre familiares residentes en
territorio sirio y los que viven en la zona ocupada, todo a través de
las cercas metálicas, hablando con micrófonos para que se pudiera
escuchar de un lado a otro”.
“No pude contener mis lagrimas
mientras veía como los hijos de los golaneces, estudiantes en su
mayoría, hablaban con sus madres y las felicitaban”, en medio del dolor
de la separación”.
“Esta ha sido una de mis mayores experiencias,
que jamás dejaré de recordar y mas en este mes de marzo, tan importante
para las madres y las mujeres de todo el mundo”, subrayó emocionada.
Para Yeni, este Día Internacional de Mujer, aunque en su segunda
patria no se celebra con el mismo entusiasmo que su isla caribeña, es
momento para insistir en luchar en pro de la igualdad, la justicia, la
paz y el desarrollo.
“Este día reafirmamos que todas las mujeres
son artífices de la historia y hunden sus raíces en la lucha
plurisecular por participar en la sociedad, en igualdad con el hombre”,
comentó.
Casi en la despedida, me confesó su nostalgia por no
estar hoy en su país, donde se celebra con postales y felicitaciones, y
sobre todo mucho respeto a loas mujeres.
“Aunque me siento
familiarizada –me dijo- con las mujeres de todas las nacionalidades,
pero pon por ahí, que vivan las mujeres y sobre todo las cubanas”.
Por: Miguel Fernández Martínez
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