Por IDANIA PUPO FREYRE
Fotos: IDAEL VARELA FERRER
La vida, llena de plenitudes y gozos, también tiene túneles oscuros por los cuales las personas transitamos de vez en vez, con angustia y dolor.
Esa experiencia la tuvo la familia Crespo—Mojena, de Ciego de Ávila, cuando su cotidiano quehacer de día tras día quedó truncado ante la repentina gravedad de uno de sus niños.
El pequeño Marlon Mario, de nueve años, comenzó con un estado febril, dificultad para tragar, decaimiento e inapetencia. Su repentina enfermedad parecía cosa pasajera.
Pero todo fue complicándose….aquí está la historia:
El doctor Yosvany Morales, especialista de primer grado en Otorrinolaringología, se encontraba el día 21 de noviembre del 2007 en el cuerpo de guardia del Hospital Provincial Doctor Antonio Luaces Iraola, de Ciego de Ávila.
Comenzaba a trabajar después de 20 días de estar enfermo. Estuvo ingresado en
En la mañana recibe el caso de Marlon, que tenía el cuello muy inflamado, estaba decaído, febril, inapetente y al examinarlo le observó en la faringe salida de pus por la región periamigdalina derecha y el mal estado del primer molar de la arcada dentaria inferior de ese lado, dato importante pues la bibliografía médica recoge que el 70 por ciento de estas infecciones son de causa faringea y un 30 dentaria, y decidió ingresarlo con tratamiento de penicilina cristalina y amikacina.
Dos días después el cuadro se agrava pues comenzó con vómitos y al no haberse estado alimentando, aparecen signos de deshidratación y el cuadro infeccioso no había mejorado pues persistía fiebre de 39 grados centígrados, el cuello más inflamado y continuaba drenando pus por lo que se decide trasladarlo a
Esa noche se agravó aún más su estado general: hizo un paro renal del cual salió, hipotensión arterial (TA 50/20), distrés respiratorio por lo cual hubo que intubarlo y acoplarlo a respiración artificial.
En la mañana del 24 se decide hacerle una Tomografía Axial Computarizada (TAC) de cuello, buscando colección de pus, ósea que el absceso estuviera localizado en un sitio específico, lo cual facilitaría su evacuación mediante cirugía, pero no fue así.
El TAC sólo informó inflamación de los tejidos y en ese momento el doctor Yosvany Morales decide llevarlo al quirófano para practicarle una cervicotomía (abrir el cuello) y traquesotomía (por el estado en que estaba el niño era imprescindible), para ayudar a evacuar el contenido de la infección.
El absceso periamigdalino es una patología infecciosa grave. Para su manejo existen diversas opciones en la actualidad, entre estas la incisión y drenaje, y el tratamiento antimicrobiano. En los últimos años se ha descrito un aumento de la incidencia de esta patología en la edad pediátrica.
LUCHA EN EL QUIRÓFANO
Marlon estaba el día 4 de diciembre en un estado grave crítico, la cirugía era una alternativa, pero muy riesgosa, se precisaba de gran habilidad de los médicos que participarían la cirugía.
Los cirujanos otorrinolaringólogos Yosvany Morales, Luis Ernesto Pérez y René Sotolongo, el anestesiólogo Lázaro Pérez Calleja y el cirujano pediátrico Rafael Fontirroche asumieron el acto quirúrgico y trabajaron durante unas tres horas bajo intensa presión: estaba en juego la vida de un niño y ese motivo era suficiente para que este grupo de profesionales de la salud entregara su talento y su corazón.
—Así se le realizaron incisiones a ambos lados del cuello y en la región submentoniana, a espacios profundos para evacuar el líquido fétido, pero no pus; se le dejó drenajes en cada una de las incisiones que se le retiraron 48 horas después, explica el especialista avileño Yosvany Morales.
Su gravedad extrema hacía pensar por momentos que fallecería en el salón. Mientras que los cirujanos accionaban constantemente sobre el cuello de Marlon, el doctor Pérez Calleja libraba una gran batalla, la de mantener los parámetros vitales del pequeño en niveles normales o aceptables El niño resistió la operación, lo cual ya constituía una esperanza.
De inmediato se vuelve a trasladar para
EN
En la cama número 4 de las siete de que dispone
Al niño de nueve años Marlon Mario Crespo Mojena dispuso de equipamientos con tecnología moderna y cara: desfibrilador, incubadora, cuna térmica, jeringuilla perfusora…
El 15 de diciembre, ya fuera de peligro, se traslada para la una sala abierta, para continuar las curas y las dosis de antibióticos indicadas.
En el pase de visita matutino del día 18, el doctor Yosvany Morales valora que Marlon está de alta hospitalaria con seguimiento por consulta externa y la alegría de este médico avileño y los familiares del niño es el colofón casi un mes de angustia, dolor, preocupación, peligro… e incontables acciones médicas.
Aunque fueron varios médicos los que participaron en la atención a Marlon, el otorrino Yosvany Morales fue su médico de cabecera, líder en la operación, a pesar de estar limitado a la actividad quirúrgica por su convalecía, al respecto cuenta:
—Ante el reproche de mi familia de exponerme a infecciones por mi convalecencia y mi estado inmuno deprimido, yo respondía que era más importante la vida de un niño de nueve años que la mía que tengo 38, no es no quererme mi vida, es el placer de poder salvar una vida.
—Tengo dos hijos Reinier de 11 años, y Roimer, de tres, y podía entender perfectamente la desesperación del padre de Marlon que en varias ocasiones, muy desesperado me decía “médico, haga algo por mi hijo”.
RELATOS DE UN PADRE DESESPERADO Y AGRADECIDO
Juan Carlos Crespo González, padre de Marlon tiene aún sentimientos muy ambiguos: secuelas del intenso dolor de los días en que su hijo estaba a punto de morir, y la inmensa felicidad de verlo salvado, de ahí que al ofrecer su testimonio la voz se le quiebre de vez en vez:
—Marlon nació el 20 de abril del 1998, había padecido de agmidalitis y es alérgico, pero nunca había pasado por una enfermedad grave, es un niño introvertido, inteligente y con buen rendimiento académico, cursa el cuarto grado en la escuela primaria semi internado 10 de octubre y es mi único hijo.
—Nunca había pasado una cosa como esta en la familia, de momento me veo envuelto en esa pesadilla, nunca había entrado a una unidad de cuidados intensivos ni visto el arsenal médico utilizado para un paciente grave, eso es muy impresionante.
—Yo veía a los médicos cabizbajos y preocupados eso me decía la envergadura de su gravedad de mi hijo, pero nunca fueron crudos al informarme de su estado…, ellos sufrieron tanto como yo, lo se.
—Al plantearme la posibilidad de la cirugía y sus riesgos lo aprobé, tenía confianza en el nivel profesional de los médicos avileños…, yo estaba desesperado, Marlon del día 3 para el 4 se agravó aún más, hizo paro renal, hipotensión…
—Fueron horas muy tensas, pero mi hijo resistió la operación y se salvó…, cuando despertó en
—En otro país no se hubiera salvado porque vi el despliegue de medicamentos y tecnología muy costosa en el mundo y el alto nivel científico y humano de los médicos y enfermeras que atendieron a mi niño, concluye con evidente emoción.
Juan Carlos, de 36 años de edad e informático de
CONTRASTES
Y mientras en
Washington, 12 de diciembre del 2007 (Notimex)— El presidente de Estados Unidos, George W. Bush, vetó hoy por segunda vez un proyecto de ley que buscaba ampliar el Programa Estatal de Seguro de Salud para Niños (SCHIP), pese a que cuenta con un apoyo bipartidista en el Congreso.
"Este proyecto conduce el sistema de atención de salud de nuestro país en una dirección equivocada", dijo Bush en un comunicado al vetar en privado la iniciativa para ampliar el SCHIP.
El mandatario rechaza los altos costos del SCHIP que representan un aumento de 35 mil millones de dólares en cinco años, y permitiría ampliar el número de beneficiados en cuatro millones, para un total de 10 millones.
Bush se opone a asignar fondos federales de un programa orientado a los niños más pobres La iniciativa busca beneficiar a familias que perciben salarios que les impiden inscribirse al programa federal de Medicaid para personas pobres, pero que no les alcanza para comprar un seguro privado.
Sin embargo el mandatario estadounidense no escatima en gastos para generar guerras y sembrar muerte y dolor, como revela el influyente diario The Washington Post:
El presupuesto de las guerras en Irak y Afganistán es casi el doble del que reconoce el gobierno del presidente George W. Bush , según un informe presentado que presentará la oposición demócrata en el Capitolio.
Revelan que esos gastos ascienden a cerca de 1.500 mil millones de dólares, lo que representa casi el doble de los 804 mil millones que el gobierno de Bush anunció para las guerras en curso a lo largo del 2008.
El informe, titulado "Los costos ocultos de la guerra en Irak", afirma que el gasto de las dos Guerras -incluyendo la de Afganistán-, le ha costado a una familia tipo estadounidense de cuatro miembros, unos 20.000 dólares.
Pero en el Hospital Provincial Doctor Antonio Luaces Iraola, como en todos los servicios de Salud del país, la familia Crespo Mojena no tuvo que pagar absolutamente nada por el magno acto de arrebatar de la muerte a su pequeño Marlon.
En Cuba la asistencia médica es totalmente gratuita desde el triunfo de
Es un principio ético de
Pero la cuenta quedó saldada con el solo hecho de que Marlon Mario Crespo Mojena ya se incorporó a su escuela, sigue estudiando para vencer el, viste su uniforme rojo y blanco, con su pañoleta de pionero y sonreír a la vida.
Desde ahora Marlon Mario es un trofeo de la medicina avileña y viva representación de un sistema social, en el cual, el ser humano es lo primero.
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