Mañana de la Santa Ana en Ciego de Ávila

Es 26 de julio, la mañana de la Santa Ana, la misma  en la que se trazó la ruta de una Cuba distinta. Ciego de Ávila, provincia cubana que gana la sede este año del acto central nacional por el aniversario 58, ha colmado de pueblo la Plaza de la Revolución Máximo Gómez, de esta ciudad, sitio de tantas citas por la Patria. El Himno Nacional resuena en cada intersticio del enclave, al tiempo que un mar rojinegro de 60 000 avileños lo entona.

Presiden el acto, Raúl Castro Ruz, General de Ejército, primer secretario del Partido y presidente de los Consejos de Estado y de Ministros; miembros del Consejo de Estado y de Ministros; representantes del Partido del Trabajo de Angola; y Jorge Luis Tapia, primer secretario del PCC en el territorio, entre otros.

Participan además, asaltantes de los cuarteles Moncada y Carlos Manuel de Céspedes, familiares de combatientes y de los Cinco Héroes, e invitados de los Pastores por la Paz

Esta es la ocasión en que se rinde tributo a mártires y héroes de la gesta que reinició el camino de la lucha, una que marcó el camino definitivo y que nos enseñó a convertir los reveses en victoria. Espere los detalles del acto más adelante, en este mismo sitio.

HUGO CHÁVEZ EN LA PLAZA MÁXIMO GÓMEZ, DE CIEGO DE ÁVILA 

La Plaza de la Revolución Máximo Gómez en Ciego de Ávila, se hizo eco del mensaje del presidente bolivariano Hugo Rafael Chávez Frías. Dirigido a todo el pueblo de Cuba, y en homenaje al aniversario 58 de los asaltos a los cuarteles Moncada y Carlos Manuel de Céspedes. El sentir del mandatario venezolano destacó al 26 de julio de 1953 como el suceso que cambió para siempre la historia de Cuba.

El Moncada, aseguró Hugo Chávez, es el mayor enigma resuelto de la Isla grande, que marcó el destino del sendero revolucionario. Fue un asalto al porvenir, insistió, fue el cumplimiento de los sueños de José Martí, la gesta paradigmática que inició un nuevo período de lucha y creó una nueva dirección.
El presidente venezolano destacó que Venezuela también convertirá los reveses en victorias, como lo hicieran los asaltantes de la Generación del Centenario. Y desde el corazón del pueblo bolivariano, dejó sobre la Plaza de Ciego de Ávila, el corazón de su pueblo, con la certeza de la gloria, de la vida y de la victoria.