Raúl Castro Ruz
Vida y obra
Grado Escolar: Universitario
Ocupación: Segundo Secretario del Comité Central del Partido, Primer Vicepresidente de los Consejos de Estado y de Ministros, Ministro de las Fuerzas Armadas Revolucionarias.
Organizaciones a las que pertenece: Fundador del Partido.
Nace el 3 de junio de 1931 en el poblado de Birán, en la entonces provincia de Oriente. Cursa sus primeros estudios en
En el año 1953 asiste como delegado a
Posteriormente formó parte de los jóvenes que el 26 de julio de aquel mismo año asaltaron al Cuartel Moncada, en la ciudad de Santiago de Cuba, ocasión en la que dirigió al grupo que tomó el Palacio de Justicia en apoyo a la acción principal comandada por Fidel. Por tales hechos fue condenado a 13 años de cárcel y trasladado al Presidio de
En 1956 lo amnistiaron junto al resto de los asaltantes gracias a la lucha popular. La persecución de la tiranía lo obligó a asilarse en
Participó en la campaña de
Después del triunfo revolucionario del primero de enero de 1959 lo designaron jefe militar de la provincia de Oriente. En el mes de octubre de aquel año, al crearse el Ministerio de las Fuerzas Armadas Revolucionarias, fue designado Ministro, cargo que ha desempeñado hasta la actualidad.
Formó parte de
Es diputado a
Por los servicios prestados a la defensa del país, el 15 de noviembre de 1976 fue ascendido al grado de General de Ejército. El 27 de febrero de 1998 por acuerdo del Consejo de Estado, al cumplirse el 40 Aniversario de su ascenso a Comandante del Ejército Rebelde, le fue otorgado junto al Comandante de
Ha recibido también otras condecoraciones nacionales y extranjeras.
El General de Ejército, Raúl Castro Ruz ha hecho aportes notables a nuestra Revolución como dirigente político, estadista y jefe militar. En este último aspecto, destaca su decisiva participación al frente del Ministerio de las Fuerzas Armadas Revolucionarias, en los resultados alcanzados en la preparación del país para la defensa y en la aplicación práctica de la concepción de
Entrevistas con Fidel Castro - Vida y Obra de Farabundo Marti
Cada uno de nosotros tiene hermosos recuerdos y hondas vivencias de su relación con Raúl Castro, el jefe, el dirigente, el compañero, el hombre, a quien nos unen profundos afectos y enseñanzas a través de décadas.
Una, lo conoció en plena guerra de liberación, cuando le confió la tarea de organizar el sector educacional en el II Frente Oriental Frank País que tenía a su mando. El otro, cuando Raúl, en los primeros meses de 1959, procedente de Santiago de Cuba, asumió el cargo en
Durante aquel primer encuentro, Raúl se interesó por conocer la edad de su interlocutor. Saber que tenía 36 años le motivó un comentario jocoso. "¡Qué viejo tú estás!", expresó. Cuando, años después, el Ministro arribó a la misma edad, quien esto escribe lo visitó en su oficina y, luego de felicitarlo, le devolvió sus palabras. Raúl rió como él sabe hacerlo, a plenitud, y reconoció que el problema de la edad que advertimos en otros, es siempre relativo y tiene una dependencia estrecha de la que tenemos y seamos capaces de demostrar. Traemos a colación esta anécdota porque él la ha repetido muchas veces ante miles de compañeros, y volvió a recordarla, y esa vez por escrito, cuando uno de los autores de estas páginas cumplió ochenta años.
Pero más que los recuerdos de una y otro, este es un texto escrito a cuatro manos con el propósito de ofrecer nuestra modesta aproximación al compañero Raúl, o dicho en otras palabras, dar una visión de Raúl desde nuestras vivencias.
Ha sido un forjador extraordinario de cuadros y un excelente compañero. Un hombre sumamente organizado, ordenado, sistemático, exigente. Enemigo acérrimo de la injusticia. Predica con su ejemplo y es capaz de censurar o estimular cuando tiene que hacerlo. Un padre preocupadísimo por la educación y el cuidado de sus hijos. Un hombre criollísimo, afable, atento, chistoso, con un carácter muy abierto y profundamente humano.
Sobre todo esto hablaremos más adelante.
EL JEFE
La guerra de liberación forjó en Raúl las cualidades de mando que lo caracterizan. Él conceptualizó lo que debe ser un jefe cuando en una ocasión al referirse a Fidel, aseveró que en nuestro Comandante se advertían las cualidades y virtudes que, en opinión de Engels, debe reunir un jefe militar, a saber: identificación absoluta con los intereses del pueblo, profundos conocimientos militares y elevada cultura, dada no solo por una vasta preparación profesional, sino por su dimensión política, militar e ideológica. Un jefe asimismo dará muestras de modestia y sencillez en el trato, será capaz de formular con precisión sus ideas y tendrá la habilidad necesaria para trasmitirlas. A partir de las enseñanzas de Fidel, esas cualidades cristalizaron en Raúl y lo han acompañado a través de toda su ejecutoria. Sus condiciones de jefe no son únicamente resultado de su capacidad de aprendizaje. Le nacen de sí mismo.
Raúl es sistemático en su estilo de trabajo y dirección. Cuando toma una decisión va a sus detalles, pero además a las relaciones y al entramado de actividades y plazos que reclama su cumplimiento. Sin cansancio ni desmayos sigue la trayectoria de sus órdenes e indicaciones, y de esa manera enseña a sus subordinados la importancia de la constancia en una tarea y de su seguimiento. Constancia y seguimiento que de perderse podrían conducir al debilitamiento de esa tarea, por bien que haya sido diseñada.
Recordamos, a modo de ejemplo, cuando en los años iniciales de
La certeza de aquella concepción, unida a las lecciones de sistematicidad en el trabajo que dio a los que vieron nacer y desarrollarse aquella idea, ha sido confirmada en el decurso de décadas en las que esos centros vocacionales egresaron miles de jóvenes que continuaron estudios en las escuelas de cadetes, y hoy podemos decir con orgullo que en las filas de nuestras Fuerzas Armadas Revolucionarias contamos con generales de brigada, coroneles, teniente coroneles, mayores y oficiales de diversas graduaciones que estudiaron en los Camilitos.
(Raúl Castro, left, younger brother of Fidel, with his arm around second-in-command, Argentine 'Che' Guevara, 1959)
Otro tanto habría que decir del quehacer de Raúl en el perfeccionamiento del servicio militar que prepara a nuestros jóvenes para la defensa del país y los forma como ciudadanos comprometidos con su patria. Es idea suya
Hombre de
ESTILO DE DIRECCIÓN
El compañero Raúl muestra, con su ejemplo personal, un sentido ético y pautas de comportamiento y actuación en la labor de dirección. No perdamos de vista que el Ministerio de las Fuerzas Armadas Revolucionarias, bajo su conducción, ha sido y es escuela y cantera de cuadros para la dirección de nuestro Partido, el Gobierno y el Estado, y, al mismo tiempo, ejemplo de organización, austeridad y control de los recursos para otros ministerios.
Su estilo de dirección, no solo en la vida militar, sino en las tareas gubernamentales y partidistas, demuestra lo sustancial de ese enfoque integral en el trazado de pautas y en su control eficiente. Modesto y firme a la vez, Raúl educa en la importancia de la elaboración colectiva de las ideas, el control colectivo de la marcha de las misiones, del papel estratégico de la unidad, la cooperación y el espíritu colectivista a la vez que combate la vanidad, la autosuficiencia, la pedantería, el individualismo y todo rasgo negativo y contrario a la moral socialista en que nos forjamos. De esto dan fe generaciones de oficiales y cuadros políticos formados en estas concepciones.
Otra de las enseñanzas que emanan de su ejemplo personal y su estilo de dirección es la importancia de tomar decisiones oportunas. Nos ha educado en la necesidad de prever, de pensar en profundidad, de saber decidir... son estos elementos cruciales en el combate y en la vida política, donde la toma de iniciativas y el estudio del enemigo evita que nos sorprendan desprevenidos. Por eso reclama a los cuadros que estén informados, documentados, que desarrollen la habilidad de saber ponerse en la posición del adversario y que se entrenen en la toma de decisiones bien pensadas y a tiempo. Inteligencia, reflexión, celeridad, decisión... son elementos que Raúl enseña a armonizar en la teoría y en la ejecución práctica.
Faceta nada secundaria de su labor educativa es el empeño del Ministro de las FAR por inculcar en la conciencia de subordinados la necesidad de tener en cuenta el costo de cada misión y la trascendencia decisiva de la economía. No es esta una preocupación suya actual o reciente. Insiste en eso desde hace cuarenta y siete años.
Vienen a nuestra memoria sus exigencias en los tiempos iniciales de la preparación combativa y la formación de oficiales y sus interrogantes de entonces: "¿Cuánto cuesta cada proyectil?" "¿Cuánto cuesta la preparación de un oficial?" "¿Cuánto combustible se gasta en el traslado de tropas?" "¿Cuánto es el costo de esta maniobra?" El Ministro no admitía que sus oficiales desconociésemos lo que costaba una misión, un ejercicio, un movimiento militar y nos exigía un especial esfuerzo de análisis para buscar las alternativas más racionales desde el punto de vista económico.
Nos reclamaba saber el costo de cada pieza de la base material de estudio, de los materiales gastables, de las prácticas, y nos instaba a forjarnos una conciencia de ahorro de todos los preciosos recursos que significaban la propia supervivencia de
Raúl se ha desempeñado como Primer Vicepresidente de nuestro país. Y lo ha hecho, con gran sentido ético, con cuidado y claridad. Ejerciendo sus funciones como Ministro, Vicepresidente o Segundo Secretario, y respetándolas.
PERMANENTE EDUCADOR
Desde esas posiciones ha sido un permanente educador en la línea de principios en los que Fidel forjó a los combatientes desde los tiempos iniciales de la lucha revolucionaria.
Desde la difícil y compleja responsabilidad de segundo al mando, Raúl enseña desde su propio ejemplo personal lo que hay que exigir de cada uno de nuestros militantes, de nuestros cuadros, de los revolucionarios todos. Hace cuarenta y tres años, en memorable y aleccionador discurso en ocasión de un acto de constitución del Partido en el Pico Turquino expresó que la posesión del carnet de la organización no otorga ningún derecho especial. Y añadió que nadie imagine que porque el Partido dirige, hay que hacer caso a lo que diga cualquiera de nosotros por el hecho de ser militante, sino que el militante tiene que ganarse con su trabajo la atención que esperamos del pueblo y de las organizaciones de masas.
Como todos los educadores auténticos, el compañero Raúl reiteraba en aquella ocasión que un revolucionario no conquista, mantiene y eleva su prestigio en virtud de un carnet, sino con el fruto del trabajo militante, con su responsabilidad, con su actuación, con su disposición para el sacrificio, entendiendo por tal no únicamente el sacrificio de un instante, en un momento de combate, si el combate se impusiera, sino con la abnegación aparentemente pequeña, aparentemente insignificante, pero permanente, día a día, hora a hora.
Otra de las constantes de su labor educativa es la idea de que el militante, el revolucionario tiene que desplegar una disposición y una voluntad de aprendizaje permanente; que la condición de revolucionario se perfecciona por la experiencia, el estudio, las lecciones de la vida y la actitud combativa y transformadora ante los problemas.
Explicaba el papel de la vanguardia, la misión de sumar siempre más y más compañeros a las filas de nuestra causa patriótica. Él, que vio nacer una Revolución con un puñado de hombres y que cuenta hoy con todo un pueblo, decía, recordando la razón que tenía Fidel, que en los primeros y difíciles momentos de la gesta, los iniciadores fueron como un fósforo que pugna por mantenerse encendido en medio de una tempestad y que aquel fósforo se convirtió en antorcha y que mientras más eran los que alcanzaban a ver su resplandor, más se nutría, mayor era su fuerza, más extendía su luz.
En el proceso de educar en los principios de la crítica y la autocrítica, Raúl ha demostrado la necesidad de plantear los problemas con toda honestidad y valentía a fin de propiciar el debate franco y constructivo en pos de la solución de dichos problemas o para eliminar las deficiencias.
Ha reiterado a través de los años a cada nueva hornada de cuadros políticos y militares su idea de que la persona que no tiene dónde plantear un problema, evacuar una duda o formular una crítica, habla donde no debe o con quien no le corresponde y que eso se evita solo cuando cada cual sabe a dónde puede acudir para exponer su queja, preocupación o inquietud. Así, debemos educarnos y ayudar a educar a los demás a que planteen sus problemas observando las reglas de lugar, tiempo y forma. O como precisa siempre: en el lugar indicado, en el momento oportuno y con la forma correcta.
VALORES PATRIOS
Estudioso y conocedor de nuestra historia, Raúl ve en ella una fuente de formación de valores patrióticos. Desde la llegada del pueblo al poder, concibió las conmemoraciones históricas como vías de instrucción y educación revolucionarias. Expresa que las fechas patrias deben servir de recuento y análisis; de ejemplo, estímulo y aliento. Exhorta a que se refuerce el contenido político e ideológico de conmemoraciones y efemérides revolucionarias, tanto nacionales como internacionales, a fin de que, ajenas a todo formalismo y espectacularidad, contribuyan al logro de objetivos concretos como la mejor forma de honrar a héroes y mártires.
La columna vertebral de su obra educativa en todos los sectores de la vida de la nación y del pueblo es el concepto, heredado de nuestras tradiciones patrióticas e inculcado por nuestro Comandante en Jefe, de que los principios nunca son negociables por adversas que puedan ser las circunstancias.
Sus ideas de la educación patriótica están enlazadas orgánicamente con la educación en el internacionalismo desde la raigal definición martiana de que "patria es humanidad". Dice que ancha es la patria de los revolucionarios y que debemos estar dispuestos a acudir a cualquier país desde donde se nos llame y, sentencia, "con ese espíritu ha de educarse nuestra juventud".
Ha explicado, en su labor de educación política, el papel del partido como garantía de la continuidad de
A los dirigentes históricos de
Desde la dirección del MINFAR, tarea de gran importancia que no es segunda de ninguna, sabe Raúl el costo de la victoria, pero comprende a la perfección lo que significaría una derrota. Por ello, con voluntad firme e indoblegable ha educado a jefes y a oficiales en la convicción del Comandante en Jefe de que las victorias se forjan antes de las batallas, de que un pueblo muy bien preparado para la guerra es la mejor garantía para evitarla. De ahí su concepción de que la preparación combativa y la preparación política constituyen una unidad indisoluble. En intervenciones magistrales ha explicado que el binomio unidad política-preparación militar de los revolucionarios cubanos hace que el enemigo piense una y otra vez el costo que tendría que pagar en vidas si osara atacar a este pueblo que desde que conoció la libertad está dispuesto a defenderla con su sangre. Una de las misiones estratégicas de Raúl ministro y, por encima de todo, educador político, sobre cuyos hombros ha pesado y pesa la organización y preparación del país para la defensa, ha sido y es forjar la convicción de que tenemos que trabajar para la victoria tanto desde las "trincheras de piedras" como desde las "trincheras de ideas".
VILMA
Nadie puede dudar del tiempo que le reclaman las enormes tareas que
Con autoridad moral incuestionable, el Segundo Secretario de nuestro Partido se ha referido al papel de la familia en la educación de niños y jóvenes y ha destacado con palabras claras el papel de los padres, con consejos y preceptos, pero sobre todo con su ejemplo, en la educación de los hijos,
CONFIANZA EN LOS JÓVENES
Su conocimiento de la vida, de los seres humanos, sus convicciones revolucionarias y su confianza infinita en los jóvenes hacen del compañero Raúl un calador profundo en la esencia de la educación de las nuevas generaciones, así como un crítico contundente de formas y métodos que no se corresponden con cada tiempo histórico, con cada nueva etapa del desarrollo de
Por eso está convencido de que cada generación necesita de sus propias motivaciones y de sus propios valores, a la vez que insiste en dejar bien claro que nadie será hoy revolucionario solo porque le expliquemos la penuria que padecieron sus padres y abuelos. Hablar de ello es importante, pero la evocación de la triste realidad que le tocó conocer a los antepasados de esos jóvenes tiene que ir acompañada de la argumentación que les indique qué deben hacer en esta hora y qué les depara el porvenir. Raúl concibe la educación de los jóvenes con los jóvenes como protagonistas de su propia formación, como participantes activos en su aprendizaje, en la labor transformadora, en llevar siempre a
Es una personalidad de carácter fuerte. Inquebrantable, sensible, jovial, con una inteligencia preclara. Su visión de la cultura, sus estudios, la práctica revolucionaria, sus experiencias políticas y las enseñanzas de Fidel le hicieron ver claro que la solución de los grandes problemas de Cuba en la segunda mitad del siglo XX estaba en la liberación nacional y en la revolución social por la vía de la lucha armada y por la educación y la cultura.
Los medios de propaganda del mundo capitalista de hoy —esa maquinaria sofisticada y tenebrosa al servicio del engaño y la distorsión de la verdad que el mismo Goebbels hubiera envidiado— han tratado de dibujar, desde hace muchos años, la imagen de Raúl como un ser extremista, hosco y áspero en sus relaciones humanas, desprovisto de sentido del humor y carente de sensibilidad. Lo hace así el enemigo porque sabe muy bien lo que Raúl representa para
Cómo van a hablar bien de Raúl los medios de propaganda del capitalismo. Cómo van a tener un acercamiento honesto a una persona que se sabe que es firme en lo que debe demandar de cada tarea que encomienda sin dejar por ello de ser afable, afectuoso, humano, comprensivo; que sabe ser serio y exigente y, al propio tiempo, amistoso y capaz de escuchar el relato de una anécdota o disfrutar de un chiste. Un ser profundamente humano.
CAMINANDO CON FIDEL
Uno de los aportes de Raúl a la experiencia revolucionaria cubana es, sin dudas, la creación del Segundo Frente Oriental Frank País. Fue ese Frente, como se ha dicho, un Estado en la guerra y una demostración de que es posible desarrollar una obra de justicia social en pleno fragor de los combates, en plena lucha de liberación.
Raúl ha explicado cómo el compañero Fidel le anticipó sus ideas en torno a la estrategia a seguir en el curso de la guerra revolucionaria. Fue en diciembre de 1957 en un lugar conocido como Balcón de
Dice al respecto en su Diario de Campaña en las anotaciones correspondientes al mes de febrero de 1958:
(...) Febrero- domingo 23. Caminando con Fidel por el patio de la casa, me informó que escogiera 50 hombres para realizar la misión que le pedí una vez. Me volví loco de contento y empecé a trabajar preparando a la gente. Le puse por nombre "Operación Frank País" en honor al inolvidable combatiente caído. Ese mismo nombre sería el de
El día 1ro. de marzo de 1958, en horas de la mañana, los integrantes de las columnas número 3 y número 6 se reunieron en la comandancia del Che Guevara en Pata de
Debemos recordar que como expresión de la idea estratégica del Comandante en Jefe, en
La marcha hacia la fundación del Segundo Frente Oriental Frank País tiene una especial huella sentimental e histórica: desde los días del Moncada, es esa la primera vez en que Fidel y Raúl no estarán juntos.
Por fin, a las cuatro de la tarde del 11 de marzo de 1958, luego de una marcha de veinte horas, tenía lugar el acontecimiento esperado:
El Frente quedó organizado en columnas de combate,
El prestigio que alcanzó la labor sanitaria y de educación que se desarrolló con la población civil fue un incentivo que acrecentó su decidida colaboración con el Ejército Rebelde y contribuyó de modo muy especial a enraizar el respeto que sentía por él. He considerado siempre que el conjunto de ese esfuerzo constituyó de hecho un trabajo político y social masivo de inestimable valor que hizo sentir de modo muy directo a los habitantes de aquellos territorios lo que representaría el triunfo de
UNA EXPERIENCIA FORMIDABLE
Bajo la conducción de Raúl, en el Segundo Frente y en plena guerra de liberación nacional, se desarrolló una experiencia formidable. Baste recordar que se construyó un grupo de escuelas y se pusieron en funcionamiento otras, hasta un total de más de cuatrocientas, haciéndose ya realidad la profecía que el propio Raúl había enunciado, cuando casi al amanecer del 17 de enero de 1957, viendo arder el cuartel de
También se instalaron no menos de veinte hospitales, además de la labor que se acometió en la construcción de caminos, pistas de aterrizaje, el establecimiento de una importante red de comunicaciones por teléfono y plantas de radio entre las columnas rebeldes, sin olvidar las actividades de tipo jurídico-civil y las de la prensa revolucionaria. No olvidar que aquel territorio libre de Cuba fue el escenario del Congreso Campesino en Armas, el 21 de septiembre de 1958, y del Congreso Obrero en Armas, el 8 de diciembre del mismo año.
Singular experiencia fue la creación de
Raúl explicaba personalmente en esa Escuela los temas que tenían que ver con la ética del combatiente; la ética de un ejército revolucionario que jamás maltrató a un prisionero y que acabó con los abusos que se cometían con la población campesina y los desmanes que bandidos y tropas de la tiranía perpetraban en aquella zona.
El Segundo Frente fue también expresión de la obra del Ejército Rebelde en los territorios que liberaba. Fidel estuvo siempre consciente de que tan imprescindible como el armamento para la derrota del ejército enemigo, eran las armas de la cultura, de la educación, de las expresiones de la justicia social para contribuir de manera raigal a la emancipación de cubanas y cubanos. En este sentido, la obra que los combatientes, bajo la dirección de Raúl, acometieron allí fue la anticipación de lo que sería el Estado revolucionario cuando el pueblo llegó masivamente al poder por primera vez en nuestra historia.
Fidel calificó el Segundo Frente como "modelo de organización, administración y orden", y esa valoración de nuestro Comandante en Jefe es la opinión del gestor principal de las ideas que se concretaron en esa estratégica experiencia a la que Raúl consagró toda su inteligencia y energía. Se insertaba en la concepción de
CAPAZ, RESPONSABLE Y BRILLANTE
En el tejido de esta historia está la voluntad indoblegable de Raúl para formar jefes, oficiales y combatientes cumplidores de su deber, conscientes de que el amor a
Las Fuerzas Armadas Revolucionarias nacidas con el Ejército Rebelde el 2 de diciembre de 1956 han crecido y se han multiplicado para llegar a constituir hoy una fortaleza inexpugnable en defensa de
Gianni Miná, en su célebre entrevista con Fidel, al hablar de los hombres de
¿Y su hermano Raúl?
Fidel, con gran objetividad, respondió: Es capaz, responsable y brillante...
El sagaz periodista italiano volvió a la carga en otro momento de la entrevista: "Comandante, ¿su sucesor será su hermano Raúl? ¿Qué cualidades posee él que usted no tiene y, a su vez, cuáles defectos tiene él que usted no tiene?"
Respondió Fidel:
Oye, me vas a poner a hacer un examen comparativo entre dos hermanos. Yo creo que no sería correcto que me pusiera a hacer ese tipo de examen.
Añadió:
Lo que ocurrió es que al principio de
Fidel le contaba a Miná, el momento en que a Raúl se propuso para ocupar el cargo de Segundo Jefe del Movimiento 26 de Julio. Fue el 21 de enero de 1959, solo tres semanas después del triunfo de
Luego expresaría que: Para tomar todas las medidas de precaución, porque aquí hay que estar prevenidos contra todo, le voy a proponer a
Más adelante, continuó Fidel: Y al plantear aquí la necesidad de que el pueblo esté alertado y esté prevenido contra cualquier agresión en la persona de uno de sus dirigentes, al plantear aquí esa necesidad, lo hago con una fuerte convicción, de hombre que no solo le preocupa el presente, sino también el futuro de
La historia, la vida y el respaldo del pueblo se ha encargado de corroborar la certeza de esa decisión y del acuerdo popular.
0806 - En Agosto del 2006 el gobierno de Cuba anunció que debido a una enfermedad de relativa gravedad, Fidel Castro debió delegar provisoriamente el mando en su hermano Raúl. Tratándose de una personalidad política de las dimensiones de Fidel Castro y entre otros factores, por razones de estado y seguridad, es muy poco lo que se informa sobre este tema.
No hay comentarios:
Publicar un comentario