Doctor en Ciencias Agrícolas Romelio Rodríguez Sánchez |
Quizás por su cuerpo
voluptuoso, su perfumado olor natural, su especie de cabellera rubia en forma
de corona o tal vez porque la llaman La Reina, Romelio siente una desmedida pasión por ella.
Sí, porque Romelio Rodríguez
Sánchez lo que le profesa a la fruta conocida
como piña, es un profundo amor.
Este ingeniero
agrónomo y Doctor en Ciencias Agrícolas, no es un hombre de origen de campo; él
nació y ha vivido todo el tiempo en la ciudad de Ciego de Ávila, pero tiene su existencia convertida en un
sacerdocio de la tierra y sus cultivos.
Tampoco su papá fue campesino, cursó estudios de ingeniería
agrónoma, especializado en sanidad vegetal y de ahí vino la influencia para
interesarse por la tierra, los cultivos y sus misterios.
Pero este hombre
sencillo y conversador, en su larga trayectoria profesional no solo ha
cultivado piña, pues desde que se graduó en 1992 ha incursionado por muchas labores
como investigador y profesor.
Estudió, primero
técnico medio en el cultivo de la caña y luego, con mucho esfuerzo por curso a
distancia, se hizo ingeniero en la
anteriormente conocida Instituto Superior Agrícola de Ciego de Ávila (ISACA).
Tras su graduación comenzó a laborar en un pequeño laboratorio; luego surgió el
Centro de Bioplantas, adjunto a la Universidad Máximo Gómez Báez (UNICA), donde
ocupa una plaza en el departamento de Bioquímica.
“Allí laboré en un laboratorio
de cultivo de células y tejidos e hice una maestría en biotecnología vegetal y
después cursé el doctorado en Aclimatización de vitroplantas de caña de
azúcar”.
Romelio también ha
incursionado en el cultivo de plantas ornamentales, de flores, de árboles maderables como la caoba,
el cedro, el eucalipto y otras.
Él tiene el mérito de
haber incrementado el vínculo universidad-campo-producción
en una etapa en la cual dirigió por cinco años, el laboratorio de agrobiología
del Centro de Bioplantas.
Su trabajo
experimental dio un vuelco cuando en el año 2008 entra de lleno en el cultivo
de la piña, con el desarrollo del proyecto endógeno.
“Me piden que se
centre en el cultivo de la piña y desde entonces solo he trabajado en la
propagación de plantas in vitro y la agrotecnia en condiciones de campo, con la Empresa
Agroindustrial DCeballos”.
“Tenemos los
sembrados en la Unidad Empresarial de Base (UEB), en la parte sur de la
provincia de Ciego de Ávila, que fue siempre tierra buena para cultivar piña
por las características de su suelo rojo, que no retiene mucha agua, de alto contenido en materia orgánica, con
pH acorde a esta fruta”, explica con satisfacción.
En la referida UEB él
atiende ciencia y técnica y la vinculación con los centros científicos y a
grupos científicos estudiantiles. Además, es responsable de hacer cumplir la
tecnología a aplicarse allí.
Su mundo sentimental prioriza
a su familia, a su esposa, la economista Odalys Hernández, cómplice e impulsora
de su entrega a la agrobiología; sus
hijas Danay y Diana, esta última
seguidora de sus pasos, pues estudia Ingeniería Agrónoma. Ellas han vivido de
forma incondicional sus avatares científicos por hacer crecer la agricultura
cubana.
Con el propósito de
adquirir más conocimientos o de aportar los suyos, ha visitado varios países
como la antigua Unión Soviética, Angola, Canadá, Costa Rica, Bolivia, Argentina,
México y Venezuela, entre otros.
“Quien trabaja piña no piensa en otro cultivo
porque este es diferente a todos los demás, su metabolismo biológico es bien
diferente a los restantes”, sentencia como algo bien curioso.
La Reina, esa piña
dulce y olorosa, hermosa y coronada, es el identificativo de la provincia de
Ciego de Ávila, donde este investigador pone todo su intelecto por mejorar sus
cultivos.
¿Cómo le gusta
consumir esta variedad de ananas?
“Me gusta más comer
la fruta fresca por su exquisito sabor y por los aportes alimenticios que tiene
pues es rica en minerales, potasio,
vitamina C, sacarosa… También la piña tiene valores y aplicaciones en medicamentos,
productos cosméticos e industria alimenticia ”, añade Romelio.
Este avileño, doctor
en Ciencias Agrícolas, dice que ver crecer las plantaciones es como ver crecer
a sus hijas.
“Soy una persona
realizada, me formaron para enseñar y para aportar a mejorar los cultivos, la
agricultura cubana”.
Disfruta mucho cuando
ve un sembrado con sus frutos creciendo como él los concibió
En la actualidad
Romelio va con mayor frecuencia al campo que a los laboratorios y dice gustarle
más el trabajo en los sembrados que experimentar entre probetas y tubos de
ensayos, tal vez porque ya vivió esa
sensación de descubrimientos y ahora le satisface ver las plantas creciendo y
echando frutos.
Como todo
investigador Romelio tiene sueños, aspiraciones:
“Que se diversifiquen
las variedades de piñas con diferentes características para todos los gustos, lograr
exportarlas para contribuir al desarrollo económico del país, también que se
logre un gran proceso de industrialización en dulces y jugos, que exista la
cantidad suficiente para satisfacer al sector del turismo en el país y, sobre
todo, poder ver una explosión de estas frutas en los mercados para la venta a
la población”, confiesa este investigador que tanto aporta a la agricultura
cubana.
Idania Pupo Freyre
Romelio exhibe con orgullo el resultado de su trabajo |
El investigador con su esposa y sus hijas |
El investigador disfruta de su sembrado |
Feliz en su campo de piñas |
También ama a los animales. Aquí con su mascota |
El Doctor en Ciencias en una Universidad de Angola |
Gusta de compartir jornadas en su hogar con su esposa e hijas |
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