Un alimento muy socorrido para atenuar el calor que produce las altas temperaturas que se sufre en Cuba por estos días es el helado y en la ciudad de Ciego de Ávila se consume en grandes cantidades.
El bulevar avileño tiene tres heladerías de distintas características y precios y una de ellas es la llamada El Arlequín, cercana al Hotel Rueda.
Remodelado recientemente, el local exhibe ahora una atractiva decoración infantil, mobiliario nuevo y salón climatizado, elementos que hacen del helado, un mejor sabor.
Los precios de las ofertas son los mismos que la de otra heladería cercana, llamada Pim Pom, y en ambas son más elevados que en la muy asediada Coppelia, aunque la calidad del producto es la misma, pero no la presentación y el servicio.
El Arlequín es una buena referencia para quienes desean disfrutar de deliciosos helados, en un ambiente pulcro y elegante y, casi siempre, sin tener que hacer cola, porque hay mesas disponibles.
La calidad del helado es buena, bastante cremoso y delicioso al paladar; se expenden varias combinaciones: Tres Gracias, Ensalada, Jimagua, helado con una cuña de cake…, pero la variedad de sabores es pobre, casi siempre hay sólo de mango, naranja-piña, limón o piña.
El bulevar de Ciego de Ávila complementa sus atracciones gastronómicas con ofertas y gustos para todos los alcances económicos y en ello prima el helado.
Una atractiva decoración para los niños en El Arlequín |
Texto y fotos de Idania Pupo Freyre
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