Aquí, allá, en
cualquier punto geográfico que trabaje el avileño Darío Cid Wong estará
“sembrando” buen béisbol, por eso ha cosechado tantos éxitos.
Nació y vive en Ciego
de Ávila, ciudad de la cual se ha ausentado temporalmente sólo por motivos de
su labor como especialista de béisbol y ahora se encuentra en Camagüey, en la
preparación del equipo que intervendrá en la próxima Serie Nacional.
“Al regresar Miguel
Borroto a la dirección del conjunto me llamó para que participara en la etapa
previa de entrenamiento y luego quedarme como coach de tercera base”, cuenta
con satisfacción.
La vida de Darío
tiene más de béisbol que de cualquier otra cosa, porque comenzó de pequeño a
practicarlo hasta participar en ediciones de Juegos Nacionales Escolares y en
torneos de mayores.
No fue un virtuoso
jugando, pero si tenía mucho interés en la parte teórica de este deporte, de
ahí que pasara a estudiar hasta lograr el título de Licenciado en Cultura
Física y Deportes; luego ampliaría sus conocimientos como autodidacta y no se
ha detenido de actualizarse.
“En 1975 comencé como
entrenador, era tan joven como los
peloteros que yo preparaba, pero este trabajo me cautivó y lo he seguido
haciendo toda mi vida”, dice con sano orgullo.
Desde entonces hasta
la fecha, son 44 años de intensa labor en todos los niveles y categorías de la
pelota cubana y de otros lares.
Es difícil resumir su currículo laboral: Ha
intervenido en 25 Series Nacionales y seis Selectiva,…fundador de la academia
de Ciego de Ávila donde entrenó a peloteros juveniles y en los últimos cuatro
años lo hizo en un área de niños.
Recuerda que en1986
el prestigioso entrenador cubano Preston Gómez, a la sazón gerente de
operaciones del conjunto Los Angelinos de California de la MLB, invitó a cinco
entrenadores de Cuba a participar en su entrenamiento pre temporada y uno de
ellos fue Darío. EL hecho no se
materializó por una negativa de visa, pero quedó evidenciada la calidad del
joven avileño, cuando sólo tenía 30 años de edad.
Luego dirigió el
conjunto avileño 10 años en dos periodos: del año 1986 al 90 y del 96 al 2000.
Con anterioridad fue coach de tercera de ese mismo plantel y de Granjeros.
Como integrante del
cuerpo de dirección de los Tigres ha
estado involucrado en sus éxitos, como
son puestos quinto y cuarto, en la medalla de bronce (2008) y una de oro (en la
Serie 51).
Disfrutó de ganar, con el conjunto avileño, la
edición del año 2013 del torneo Challenge, en Canadá.
Llega a Italia en
1990 para desempeñarse como preparador y manager en la ciudad de Parma, luego
regresa en el 98 para intervenir en un torneo cuadrangular, al frente de un
seleccionado Cuba B. Luego dirigió el Cuba del Campeonato Mundial Universitario,
con el cual fue campeón.
Por su capacidad
profesional es designado a participar en el desarrollo del béisbol de Venezuela
en dos periodos, del 2006 al 2008 y entre el 2015-16.
Ahora el avileño, de
descendencia china por la vía materna, tiene 62 años de edad y vuelve al “ruedo
grande” de la pelota cubana, esta vez con el equipo de Camagüey, donde está
participando en su preparación.
“Trabajo con un grupo
multidisciplinario de entrenadores, profesores universitarios, sicólogos,
estadísticos…especialistas de todas las materias que inciden en la formación integral
de un pelotero”, dice Cid Wong.
“Miguel Borroto
retorna a la dirección de los camagüeyanos y viene muy actualizado de las
modernos métodos de preparación que ahora se aplican con los camagüeyanos”,
añade.
“Trabajamos para que
los peloteros concienticen el aporte de los detalles técnicos- tácticos en el rendimiento
que pueden lograr, de ahí que, entre otras materias, se le expliquen las Reglas
del Béisbol aplicadas a las distintas situaciones de juego”.
El técnico avileño
destaca la vinculación a las más altas expresiones de la ciencia aplicada al
deporte como una exigencia contemporánea y en eso él tiene mucha experiencia
porque es un estudioso, autodidacta y en constante intercambio con colegas del
país y del exterior que dominan los más modernos métodos de preparación y
dirección del béisbol.
A la par de ese
intenso trabajo por y para el béisbol, Darío formó una familia. Su esposa
Tatiana Viciedo lo acompaña desde hace 35 años incondicionalmente; con ella
tienen dos hijos, Jocelyn y Mario Darío, y cuatro nietos.
Siempre unidos han
vivido los momentos buenos y malos, de éxitos y de fracasos, de esos que
siempre están en el deporte. Pero nada despega a Darío Cid del béisbol, que es
su profesión, su pasión y su meta.
Idania Pupo Freyre
Darío junto al mentor del equipo Cuba Rey Vicente Anglada |
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