Claudia Linares, Licenciada en Biología y Geeisy Ángela Cid, Ingeniera Química |
Por ser tan jóvenes, presumidas y sencillas estas
muchachas avileñas no revelan a simple vista que se dedican a la ciencia como investigadoras del Centro de
Bioplantas, de Ciego de Ávila.
Ellas son Claudia Linares Rivero, de 26 años de
edad y Licenciada en Biología, y Geeisy Ángela Cid Valdés, de 25 e Ingeniera
Química; ambas cursaron sus carreras en la Universidad de Villa Clara y
posteriormente ganaron la categoría de Máster en Agrobiotecnología.
Por tener el nivel profesional y la capacidad de
trabajo adecuados, ellas forman parte del equipo de investigación
multidisciplinario que trabaja en un proyecto de investigación científica entre
Cuba y Alemania.
Las dos cubanas laboran desde junio en
laboratorios y sembrados del país europeos, dada la importancia de sus temas de investigación
y por las oportunidades que tienen en la actualidad los jóvenes investigadores,
asegura la doctora Janet Quiñones Gálvez, máxima rectora del
referido proyecto investigativo y directora del Centro de Bioplantas, adjunto a
la Universidad de Máximo Gómez Báez, de
Ciego de Ávila.
Las muchachas avileñas tienen buena acogida en el Centro de Competencia
Obstbau Bodensee (KOB), en Bavendorf, Ravensburg, Alemania, donde desarrollan
una interesante investigación sobre el uso de pesticidas biológicos a partir de
dos plantas: Moringa oleifera y Morinda
royoc, conocidas como Moringa y
Garañón.
Fidel Castro, el ya fallecido líder de la Revolución Cubana, a partir del
año 2012 comenzó a publicar artículos sobre sus investigaciones en la Moringa,
también conocida como el “árbol de la vida”; estas motivaron estudios profundos
de sus múltiples propiedades.
También se conoce el Garañón por sus aplicaciones, una de ellas es el conocido
suplemento nutricional PV-2. Por sus potencialidades, ambas plantas se
encuentran en estudio en diferentes partes del mundo.
El trabajo en el proyecto en el que participan Claudia y Geeisy ha
propiciado tal interés, que el periódico Schwabische de la ciudad de Ravensburg, les dedicó esta semana
un artículo en el cual se explica el empeño de disminuir el uso de productos
químicos para el control de plagas que afectan cultivos de importancia agrícola,
por plaguicidas obtenidos de extractos de estas plantas, que es necesario
probar su eficacia, y así
contribuir a disminuir el ataque en las plantaciones de frutales de esa
zona del sur de Alemania, así como en otros cultivos de interés para la
agricultura de ambos países.
El doctor Manfred Büchele director del KOB conoce del desarrollo de
la agro ciencia en Cuba, pues en sus visitas a la isla ha tenido intercambio
con investigadores del Centro de Bioplantas y de la Universidad de Ciego de
Ávila.
La presencia del científico alemán a la provincia avileña ha propiciado
encuentros con productores de las empresas La Cuba y Agroindustrial de
Ceballos, lo cual motivó el acuerdo de realizar el mencionado proyecto entre
ambas instituciones.
Es interés de la contraparte alemana que en los sembrados de peras y
manzanas en Ravensburg se puedan combatir las plagas que les asechan mediantes
plaguicidas de origen natural, en este caso, obtenidos a partir de la Moringa y
el Garañón.
Y en ese empeño están las jóvenes avileñas, primero haciendo el trabajo
de laboratorio, en la preparación de los extractos y luego, en una segunda
etapa, harán las pruebas de campo, entre perales y manzanares; este último paso
es el que permitirá decir si es eficaz el producto cubano.
La biotecnología de la pequeña isla del Caribe se ha ganado un prestigio
tal en el mundo, que el referido artículo del rotativo Schwabische dice en uno
de sus párrafos: “El Ministerio Federal de Educación e Investigación apoya el
proyecto del KOB, según un secretario de prensa. A nivel nacional, se están
financiando 11 proyectos de investigación con Cuba, hasta el momento.”
Por ser tan jóvenes, presumidas y sencillas, no denotan la condición de Investigadoras del Centro de Bioplantas de Ciego de Ávila |
"En el contexto de la mejora de las relaciones con Cuba, la
cooperación científico-tecnológica debe ser revivida", dice un documento
sobre el programa de financiación.
También incluye la publicación un criterio del doctor Büchele, quien
reconoce que Cuba tiene muchas dificultades para adquirir productos químicos en
el extranjero, por el tema del bloqueo que mantiene Estados Unidos, entonces ha
tenido que buscar alternativas propias, crear sus propios plaguicidas a partir
de plantas. “La necesidad te hace inventivo”, dijo el científico alemán.
Este es un tema estudiado, además, por diferentes grupos de investigación
en el mundo por la necesidad de disminuir la carga tóxica y la contaminación
ambiental que causa en la actualidad el uso excesivo de productos químicos para
el control de plagas.
En esencia, hay un reconocimiento al desarrollo de la ciencia y las
investigaciones de Cuba, al capital humano que está formando constantemente, a
las oportunidades que tienen los jóvenes para llegar al más alto nivel en el
campo científico e investigativo.
También está implícito en este proyecto el prestigio alcanzado por el
Centro de Bioplantas de Ciego de Ávila con su trabajo de años en el empeño de
mejorar los cultivos y contribuir al aporte de alimentos agrícolas
para la población.
En lo personal Claudia y Geeisy están entre los 86 426 trabajadores de la ciencia en Cuba, de los cuales, el 53 por ciento son mujeres.
En lo personal Claudia y Geeisy están entre los 86 426 trabajadores de la ciencia en Cuba, de los cuales, el 53 por ciento son mujeres.
En Ravensburg ya se avecina el invierno y las temperaturas
comienzas a bajar. Claudia y Geeisy empiezan a extrañar la calidez de su país,
pero ni el frío, ni la barrera que les impone un idioma desconocido, ni la
nostalgia por el tiempo de separación de familiares y amigos, las distrae de la
misión confiada.
Ellas están demostrando el verdadero valor de la juventud, la ciencia y las
mujeres de Cuba.
Idania Pupo
Freyre
Fotos del
rotativo alemán Schwabische
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