Una impresionante comunidad de mariposas invade por
estos días las áreas con vegetación en Cayo Coco, parte del polo turístico
Jardines del Rey, en la costa norte de la provincia de Ciego de Ávila.
La fauna, y también la flora, de esta zona fue
afectada, totalmente arrasada, el 9 de septiembre del pasado año por los
fuertes vientos y las intensas lluvias del huracán Irma.
La naturaleza, que tanto nos da y a veces, tantos nos
quita, se ensañó con instalaciones hoteleras,
aeroportuarias, centro recreativos y todo lo físico que allí existe e igual
suerte corrieron la vegetación y la vida animal del lugar.
Quedó un panorama dantesco. De inmediato cientos de
hombres y mujeres acudieron a reparar los
daños materiales, a reconstruir paredes, techos, ventanales…en poco tiempo se
recuperaron las instalaciones hoteleras, las vías de acceso, los alumbrados…, y Cayo Coco y Cayo Guillermo quedaron listos
para recibir a los miles de turistas que viajan cada año a estos destinos, en
busca de una envidiable franja de playa y todas sus atracciones.
Pero la vegetación y la fauna no era cosa que el
hombre pudiera restituir. Había que esperar un tiempo inexacto, con la
esperanza de que estos parajes volvieran a tener el esplendor de su vegetación
y su apreciada fauna.
Por suerte, y como efecto reversible, hoy los
turistas, trabajadores y asiduos visitantes de Cayo Coco, donde fueron tomadas
las fotos que acompañan el trabajo periodístico, admiran la cantidad de mariposas
que se mueven por sus zonas de vegetación.
Y estas mariposas de distintos colores, se sienten tan
confiadas y a gusto allí que no les asusta la presencia humana ni los teléfonos
celulares que se les acercan para hacerles fotos y dejar testimonio de tanta
belleza.
Es más, se atreven a visitar en la plaza Los
Flamencos, los kioscos de los artesanos que allí exponen y venden sus obras y
hasta se posan en las piezas de estos artistas, como lo hizo una de estas
mariposas, que quiso reposar justo encima de un llavero con la bandera
cubana…todo un simbolismo.
Los expertos dicen que
las mariposas son excelentes bioindicadoras del estado de salud de los
ecosistemas naturales.
“Las mariposas
transportan el polen de las flores a diversas plantas con lo cual ayudan a la
polinización, hacen parte de la cadena trófica de los seres vivos y son
indicadores ecológicos de la diversidad y salubridad de los ecosistemas en que
habitan”.
Si estos diminutos incestos, tan frágiles como bellos, ya adornan el entorno de la cayería norte
avileña, entonces ya el entorno natural está salvado para disfrute de quienes
aprecian algo más que los hoteles y las playas.
Idania Pupo Freyre
Fotos de Félix Javier García López
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