Su estatura y
corpulencia impresionan. La placidez de su rostro inspira nobleza de carácter,
pero su comportamiento ante pruebas difíciles impuestas por la vida, corroboran
que él es un hombre que sabe crecerse para luchar por lo que quiere.
Él se llama Denis
Castillo Monederos. Nació en el hospital de Morón el 25 de marzo 1994, pero
siempre ha vivido en Pina, municipio de Ciro Redondo, Ciego de Ávila, y procede de una familia,
en la cual no hay más peloteros ni atletas de ninguna disciplina.
Empezó a jugar
béisbol desde la categoría 7-8 años, aunque también lo incluían en otras
superiores porque era un niño alto y fuerte que aparentaba más edad.
Su etapa escolar fue
de buen rendimiento para él: en la categoría 9-10 años hizo el equipo de Cuba
que fue al certamen Criollitos, en Venezuela, además, estuvo en la preselección
nacional de15-16, la juvenil y la de
menores de 23 años.
Su historia en el
béisbol comenzó desde muy pequeño, cuando se desempeñaba en la primera base y como
receptor, pero ya en su etapa juvenil cambió su posición.
¿Por qué haces
un cambio tan radical?
“Yo soñaba con hacer
el equipo de Ciego de Ávila en Series Nacionales, pero sabía que me era difícil
porque estaban Danny Miranda, Yorelvys Charles y otros en esas posiciones y en
plenitud de facultades. Yo tiraba envíos de hasta 90 millas y por esas razones
me dediqué al pitcheo, que luego me cautivó”, dice el espigado pelotero.
“Observaba mucho a
Vladimir García por su velocidad e
imitaba su técnica y su pensamiento táctico”.
En su primera
incursión en Series Nacionales, en la número 53, le fue tan bien que discutió la
categoría del novato del año con tres victorias e igual cantidad de juegos
salvados.
Su amor por Los Tigres es más que obvio. Con Ciego de Ávila vistió su primer uniforme de equipo grande, fue a Series Nacionales y hasta conoció la emoción de coronorase campeón de Cuba, en dos oportunidades.
Su amor por Los Tigres es más que obvio. Con Ciego de Ávila vistió su primer uniforme de equipo grande, fue a Series Nacionales y hasta conoció la emoción de coronorase campeón de Cuba, en dos oportunidades.
¿Cómo y por qué se produjo su traslado a Industriales?
“Previo a la 56 Serie
Nacional hago un buen entrenamiento, incluyendo la preparación especial en las
arenas de Cayo Coco; me siento seguro en el equipo de Ciego de Ávila, pues,
además, ya estaba en el staf de abridores, pero en cuando hacen el anuncio de
la conformación del equipo, en una reunión en la cual yo participe, van
mencionando el nombre de cada pelotero y al terminar me quedo perplejo porque
yo no fui mencionado".
“Quise cerciorarme
por si había una omisión involuntaria, pregunto y me ratifican que no integro el
equipo, pero no me exponen la causa;
vuelvo a preguntar si me darían la carta de baja y traslado para otro
seleccionado que me admita y me dicen que sí”, relata Denis, quien no puede
ocultar todavía el dolor por su exclusión.
Es de imaginar la frustración que sintió el joven
pelotero, que sigue el relato de aquel momento tan triste.
¿Cuál fue tu siguiente reacción?
“Salí de aquel local destrozado.
Me monté en mi moto para regresar ya definitivo a mi casa en Pina, casi ni veía
la carretera de la angustia que tenía. Al llegar digo la mala noticia y me
abrazó a llorar con mi madre quien reacciona y me dice “tranquilo que alguien
en Cuba te tiene que querer te en su equipo”.
“Ella buscó la guía telefónica
y encontramos el número de Carlos Tabares, habló con él, le explico y me dice
que se lo dirá a José Eloseguí, entrenador de pitcheo, que a su vez me confiesa que les
haría falta un lanzador como yo, pero que él no decidía mi inclusión, que
consultara con Víctor Mesa y me da su número telefónico”.
Denis continúa con su
historia, a manera de telenovela.
“Logro hablar con
Víctor y le digo que yo soy el lanzador que le rompió una racha de 36 victorias
consecutivas y que estoy excluido del conjunto de Ciego de Ávila, pero con la
carta de traslado autorizada y que quería probar suerte con Industriales”.
¿Cómo reaccionó Víctor Mesa ante tu petición?
“Él sólo quiso saber
si yo me había lesionado y si estaba en La Habana; al decirle que no, me
responde que me puede dar sólo una oportunidad que consistía en estar al otro
día en el estadio Latinoamericano para probarme”.
De inmediato Denis
busca transportes para ir de Pina a La
Habana y temprano en la mañana habla personalmente con Víctor Mesa, quien
tajantemente le dice que en un juego de confrontación él tenía que lanzar una
sola entrada, pero que todos los envíos debían estar en 88 millas de velocidad
o más…difícil para el avileño que por esos días no llegaba a la cifra
requerida.
“Sabía que esa era mi
última oportunidad, al otra día iban a anunciar oficialmente el equipo,
entonces me subí al box del gigantesco
estadio habanero con tremendo sentimiento de soledad; respiro fuerte, me
sobrepongo y logro retirar a los tres bateadores de forma consecutiva y tirar
todo los lanzamientos por encima de 88 millas. Más que con el brazó, lancé con el corazón”
Contarlo ahora es
fácil pero mucho control de sentimientos y emociones tuvo Denis para lograrlo.
Al terminar Víctor Mesa le dice:
“Tranquilo guajiro
que eres mi tercer abridor" y él le
responde: "tranquilo profe que no le voy a fallar”
El pacto había
quedado sellado. Lo demás fue entrenar fuerte y tratar de adaptarse a residir
en La Habana, sin la familia que tanto lo apoya, con nuevos compañeros de
equipo y sobre todo: un traje y un número que no eran los que Denis usó y amó
siempre. Ni siquiera fue él quien escogió el 61 que ahora luce en su espalda.
“Fui el lanzador
mejor de la primera vuelta del calendario, con Promedio de carreras limpias de
1,33; cuatro victorias y cero derrotas,
y líder de lechadas en el campeonato”, afirma Denis, quien tiró tres blanqueadas
consecutivas, 19 entradas al hilo sin
permitir carreras. Llegó a participar en el Juego de las Estrellas.
¿Cómo fue lo de la lechada que propinas a tus Tigres
en la Serie pasada, ya vistiendo el uniforme de los Industriales?
“No tenía sentimiento
de venganza, ni enseñamiento. Yo quiero a ese equipo con el cual debuté en el
béisbol grande de Cuba y fui campeón nacional dos veces, sólo que estaba muy
ajustado por esos días, también había dado nueve ceros a Pinar del Río y a
Santiago de Cuba. Yo sólo quería demostrar mi calidad”.
El duelo que se
proponían era feroz, él enfrentaba a bateadores que lo conocían muy bien,
sabían de sus virtudes y defectos en el pitcheo y Denis tenía registrado en su
mente las zonas débiles de cada bateador avileño y los lanzamientos sobre los
cuales conectan con facilidad. No se podía equivocar.
La prensa describió así la actuación de Castillo en aquel juego: “El ahora industrialista caminó el trayecto completo, las nueve
entradas, en las que ponchó a tres bateadores, soportó cinco indiscutibles, no
regaló boletos, ningún corredor le llegó a la antesala y no le conectaron
extrabases. Los únicos episodios con complicaciones fueron los dos primeros, de
ahí en adelante, caminó la ruta de manera impecable y cinco entradas las retiró
a ritmo de conga”.
Castillo aborda el
tema con mucho sentimiento: “Cuando salí al box los aficionados avileños que
estaban en el estadio me gritaban ´traidor´ y otras ofensas. No fui yo quien
quiso irse de Los Tigres, fue que me excluyeron y no me dijeron nunca la razón.
Yo tengo derecho a seguir jugando béisbol y no me quedó otra alternativa que
buscar un equipo en el cual yo pudiera encajar y defender su causa con todas
mis fuerzas. Al final del juego hasta me aplaudieron, es quienes estaban allí
aquella tarde no conocen esta historia, por eso no los culpo”.
Cambio de equipo y de entrenadores ¿sientes que has
mejorado en algo tu sistema de pitcheo?
"Sí, tengo más
control, amplié mi repertorio, ahora tiro recta, curva, cambio, slider, sinker y tengo velocidad promedio de
89 millas".
¿Por qué no estás en la pre nómina anunciada de
Industriales para la 58 Serie Nacional?
“Yo
me incorporé desde el primer día al entrenamiento en La Habana y el 19 de mayo
me levanté con dolores abdominales y vómitos,
fui a policlínico cercano al estadio, en La Habana, desde donde me remitieron a un hospital, allí
me hicieron distintos tipos de pruebas y diagnosticaron apendicitis, de ahí para el quirófano y a media tarde estaba operado de urgencia”.
"Ya he pasado mi periodo
de reposo, he hablado con el nuevo mentor de Industriales Rey Vicente Anglada,
quien me aseguró que estaría en la nómina de los azules, así que espero el día
23 incorporarme en La Habana a la fase final de la preparación".
“Reconozco que he perdido tiempo
de entrenamiento y que eso me afecta, pero pondré todo mi empeño en recuperarme
y aportar algunas victorias a Industriales. No creo que inicie la Serie
Nacional en agosto de abridor, pero mis entrenadores y el director sabrán cómo
manejar esta situación”.
Denis, quien un día
fue Tigre y hasta disfrutó de en dos oportunidades de ser campeón en el mayor
espectáculo de Cuba, pasó a vestirse de azul, de León, y no por su
voluntad, si no por decisión de otros, quienes nunca le han explicado el motivo.
Entonces su mamá,
Tania Monederos, su principal fan y guía, se vio obligada a eliminar la imagen de
un tigre que tenía en la fachada de su casa en Pina, y sustituirlo por
el rótulo de Industriales, porque más que ser un felino u otro, Denis Castillo
es un lanzador que no quiere abandonar sus sueños, su amor, su pasión: el
béisbol.
Por: Idania Pupo Freyre
Castillo viste el uniforme de Idustriales
Denis Castillo fue campeón de Cuba dos veces con Ciego de Ávila |
La placidez de su rostro inspira nobleza de carácter |
Su mamá pinta la fachada de la casa con el rótulo de Industriales y su número |
Denis es operado de urgencia y lo acompaña su mentor Víctor Mesa |
Su estatura y corpulencia impresionan |
No hay comentarios:
Publicar un comentario