El valor de este hombre
sobrepasa por mucho su estatura física.
Mezcla de sencillez y
grandeza. Auténtico,
sin poses y sin ostentar su condición de ser uno de los defensores de la Patria
más significativos de los últimos años.
Él es Carlos Serpa Maceira, el ex agente Emilio de la Seguridad del Estado, quien
estuvo infiltrado en las filas del enemigo y frenó planes subversivos contra
Cuba, por años.
Con esa honrosa credencial se nos presentó Serpa a los periodistas de Ciego de Ávila, esta mañana, para sostener un conversatorio, en el cual, tras el saludo ceremonioso, se hizo sentir como un colega más, como un amigo cercano.
Una buena cantidad de anécdotas contadas de forma diáfana y
algunos videos de su participación en las actividades contrarrevolucionarias
con Las Damas de Blanco, nos sostuvieron en vilo más de dos horas, las cuales
pasaron sin sentirlas.
Aprendimos mucho del valor de este cubano, de su origen humilde, de su férrea convicción y fidelidad a la Revolución y Fidel.
Me impactó la habilidad profesional que tiene Serpa para haber hecho un
periodismo enemigo con muchos mensajes subliminales en fotos y trasmisiones
radiales que, de alguna manera, llevaban a sus receptores la verdad sobre Cuba y desenmascaraban los infundios de estos mercenarios.
Fue muy útil conocer a este héroe de carne y hueso y, más
que eso, de corazón grande y ejemplar humildad.
De ahí que le venga tan bien el apelativo de el Guayacán de Cuba.
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