Uno de los pacientes operados recibe el proceso de la anestesia orotraquial y la asistencia de respiración artificial
Por IDANIA PUPO FREYRE Foto: CARLOS MANUEL PÉREZ
En el IV Curso—taller de Artroscopia del Hombro, además de brillar el desempeño de los ortopédicos especializados en la cirugía de mínimo acceso, los anestesiólogos locales mostraron su alto nivel profesional.
La anestesia y la cirugía no pueden estar separadas, la primera es imprescindible para la realización de la segunda, y un tuvo carácter especial en el caso de las cuatro operaciones demostrativas que se hicieron los días 17 y 18 de este mes, en Ciego de Ávila, en el marco del referido evento.
El doctor Lázaro Pérez Calleja, jefe del Servicio de Anestesiología y Reanimación del Hospital Provincial Doctor Antonio Luaces Iraola, de la capital avileña, expone los detalles del trabajo realizado por los especialistas locales, liderados por el notable ortopédico y profesor suizo Eduard Buees.
Cada artroscopia de hombro realizada en el Curso—taller tuvo un tiempo de duración aproximado de 2 a 3 horas y, no por ser el acto quirúrgico mínimo invasivo, deja la anestesia de tener carácter agresiva y complicada, pues a diferencia de la cirugía a cielo abierto, el tiempo de trabajo se prolonga más y la posición del paciente —en este caso es sentado—, hacen aún más complicada el proceder anestésico, refiere Pérez Calleja.
Para cada uno utilizamos la Anestesia General Orotraqueal, con la cual se mantiene dormido y relajado al paciente y asistido por ventilación artificial. Es imprescindible mantenerlo con la tensión arterial disminuida, para evitar el sangramiento del área quirúrgica y facilitar la visión del cirujano, de no ser así, la cirugía es prácticamente irrealizable.
Para esto se utilizan técnicas de Hipotensión Controlada, con las cuales se mantiene al paciente bajo efectos de medicamentos. En nuestro caso asociamos a los anestésicos la Nitroglicerina, un vasodilatador que hace disminuir la tensión arterial, , explica el médico avileño.
El uso de estas técnicas es un nuevo reto para el anestesiólogo, quien debe mantener la presión arterial baja pero sin pasar de límites establecidos, pues de suceder podría comprometerse el flujo sanguíneo de órganos importantes como el cerebro, el corazón, pulmón, riñón..., y producir daños irreversibles en los mismos, por lo cual se requiere de un monitoreo constante de los signos vitales del paciente para evitar consecuencias adversas.
Es un reto para el anestesiólogo este tiempo en el cuál tiene que estar constantemente atento al paciente sin descuidar ni un segundo su estado general, concluye el especialista y directivo.
Como en otros casos, sería imposible este tipo de cirugía sin el apoyo de anestesiólogos bien entrenados y de alto nivel profesional como los avileños, que acaban de demostrar sus cualidades para enfrentar las más complejas y novedosas técnicas quirúrgicas.
La anestesia y la cirugía no pueden estar separadas, la primera es imprescindible para la realización de la segunda, y un tuvo carácter especial en el caso de las cuatro operaciones demostrativas que se hicieron los días 17 y 18 de este mes, en Ciego de Ávila, en el marco del referido evento.
El doctor Lázaro Pérez Calleja, jefe del Servicio de Anestesiología y Reanimación del Hospital Provincial Doctor Antonio Luaces Iraola, de la capital avileña, expone los detalles del trabajo realizado por los especialistas locales, liderados por el notable ortopédico y profesor suizo Eduard Buees.
Cada artroscopia de hombro realizada en el Curso—taller tuvo un tiempo de duración aproximado de 2 a 3 horas y, no por ser el acto quirúrgico mínimo invasivo, deja la anestesia de tener carácter agresiva y complicada, pues a diferencia de la cirugía a cielo abierto, el tiempo de trabajo se prolonga más y la posición del paciente —en este caso es sentado—, hacen aún más complicada el proceder anestésico, refiere Pérez Calleja.
Para cada uno utilizamos la Anestesia General Orotraqueal, con la cual se mantiene dormido y relajado al paciente y asistido por ventilación artificial. Es imprescindible mantenerlo con la tensión arterial disminuida, para evitar el sangramiento del área quirúrgica y facilitar la visión del cirujano, de no ser así, la cirugía es prácticamente irrealizable.
Para esto se utilizan técnicas de Hipotensión Controlada, con las cuales se mantiene al paciente bajo efectos de medicamentos. En nuestro caso asociamos a los anestésicos la Nitroglicerina, un vasodilatador que hace disminuir la tensión arterial, , explica el médico avileño.
El uso de estas técnicas es un nuevo reto para el anestesiólogo, quien debe mantener la presión arterial baja pero sin pasar de límites establecidos, pues de suceder podría comprometerse el flujo sanguíneo de órganos importantes como el cerebro, el corazón, pulmón, riñón..., y producir daños irreversibles en los mismos, por lo cual se requiere de un monitoreo constante de los signos vitales del paciente para evitar consecuencias adversas.
Es un reto para el anestesiólogo este tiempo en el cuál tiene que estar constantemente atento al paciente sin descuidar ni un segundo su estado general, concluye el especialista y directivo.
Como en otros casos, sería imposible este tipo de cirugía sin el apoyo de anestesiólogos bien entrenados y de alto nivel profesional como los avileños, que acaban de demostrar sus cualidades para enfrentar las más complejas y novedosas técnicas quirúrgicas.
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