Por IDANIA PUPO FREYRE
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RIGOBERTO LÓPEZ
Para el doctor Israel González Menocal la longevidad es más símbolo de sabiduría y experiencia, que de limitaciones o término de la vida laboral y social.
Su profesión de médico lo ha llevado por más de medio siglo como un sacerdocio, con una ejemplar consagración activa y celosa al desempeño de una noble misión. Acaba de recibir la condición de Vanguardia Nacional del Sindicato de Trabajadores de
Cada mañana, de lunes a viernes, viste temprano su bata blanca y va al Hospital General Docente Capitán Roberto Rodríguez Fernández, de Morón, donde labora como especialista en Neumología.
Conocido como “el doctor Menocal” atiende en cada jornada de trabajo no solo a pacientes, también las consultas de estudiantes de Medicina y colegas, quienes encuentran en este gentil hombre, a un colaborador, siempre presto ha ayudar.
Alto, siempre muy erguido, de personalidad sencilla y muy cortés en su trato, el doctor Menocal cuenta en síntesis su vida:
Nací en Morón el 5 de noviembre del 1928, pero me llevan de muy pequeño para el municipio de Florencia, donde mi papá se establece como médico. Se llamaba Pedro González Moya, y como me pasa a mí ahora, era conocido por su segundo apellido; él fue un verdadero médico de familia, muy querido en esa comunidad y quien me inculcó el amor por
En septiembre de 1943 regresa a Morón a cursar sus estudios de bachillerato y en el 1948 ingresa en
Estuve en los hospitales Calixto García y Freyre de Andrade hasta que me gradúo en 1955 de médico general.
Durante su etapa de universitario se vinculó con los movimientos estudiantiles que luchaban contra los gobiernos de turno, así conoció a José Ramón Machado Ventura, actual primer vicepresidente del Consejo de Estado de
Participé en marchas contra la tiranía e hice guardia de honor ante el cadáver de Rubén Batista Rubio, quien cae el 13 de febrero de 1953; fue el primer mártir universitario en la lucha contra la dictadura proimperialista de Fulgencio Batista, relata el médico moronense.
—¿Cómo se vincula usted con la especialidad de Neumología?
—Cuando era alumno de sexto y séptimo año de la carrera trabajo en el Hospital Freyre de Andrade y ahí conocí la especialidad, que entonces se llamaba Neumotisiología.
Al graduarse regresa a Florencia, poco tiempo después le proponen ir a Sancti Spíritus un par de años y consigue una plaza en el sanatorio antituberculoso de Topes de Collantes, lugar montañoso que ofrece un microclima muy favorable para los enfermos de las vías respiratorias.
Con el triunfo de
En 1961 empiezo a laborar en el hospital del municipio de Ciro Redondo, constituyo el dispensario antituberculoso de Morón en el 64 y en el 75 voy a cursar estudios superiores de Neumutisiología en el hospital Julio Trigo, de Ciudad de
Al regresar de la capital del país cursa una etapa muy activa en su vida de médico: ofrece interconsultas en los municipios, lo nombran jefe del programa antituberculosis y de la comisión de asma en el territorio avileño entre los años de 1977 al 89, y al inaugurar el hospital general docente de Morón forma parte de su equipo médico para atender la enfermedad pulmonar obstructiva crónica.
— ¿Cuáles elementos considera más importantes para dictaminar los padecimientos de sus pacientes?
— El interrogatorio y el examen físico son válidos para que un neumólogo se haga un criterio acertado del estado de cada enfermo; los exámenes de imaginología y otras pruebas solo le van a corroborar su dictamen inicial.
El retiro no es una posibilidad que esté en sus aspiraciones:
Se me hace difícil separarme de
Este año asistió en calidad de invitado de honor al evento científico denominado Neumogolfo, porque fue organizado por
Israel González Menocal es un ejemplo de médico, profesor, trabajador y ciudadano, con una vida dedicada a propiciar bienestar y salud.
Por eso ha merecido varias condecoraciones como la de Hijo Ilustre de Ciego de Ávila, otorgada por
—Prefiero hacer los vinos de cereza, guayaba y marañón, que quedan exquisitos.
Casi 48 años de matrimonio lleva el doctor Menocal con la pedagoga retirada Irmavys Mauri. Ambos tienen tres hijos varones, todos profesionales universitarios: Idel, ingeniero automotriz; Ibrahím, arquitecto, e Israel, especialista en Medicina Física y Rehabilitación.
Sin dudas este es un hombre realizado, al cual su buena salud y su disposición, le permiten mantenerse aportando a la medicina cubana y a sus conciudadanos.