Por IDANIA PUPO FREYRE
Ni familiares ni amigos podían imaginar que Héctor Morillas González sería el portero regular del equipo provincial de hockey sobre césped de Ciego de Ávila, campeón nacional en el año 2009.
El joven que el próximo lunes 26 cumplirá sus 17 años, parecía que se dedicaría a la actuación, pues cuando cursaba la enseñanza primaria incursionó en obras de teatro infantil; tal vez fuera pelotero por haber nacido y vivido siempre al lado del estadio de béisbol José Ramón Cepero, de la capital provincial, o se decidiera por cualquier profesión de las Ciencias Médicas, en las que trabajan sus padres.
Pero cuando cursaba el sexto grado fueron a su aula de estudio a captar muchachos para un área deportiva de hockey y entre los elegidos estuvo él.
Casi sin tiempo para pensarlo Héctor ya estaba con un bastón en la mano y, como se confiesa no ser ágil para correr y resistir el rigor del juego ofensivo, determinó quedarse en la portería, con la importante responsabilidad de impedir la anotación de goles del equipo rival.
Su personalidad calmada, su complexión física fuerte, sus buenos modales…, todas sus características personales le han favorecido para su feliz tránsito por el deporte de alto rendimiento, cuando aún pertenece a la categoría juvenil y eso, precisamente es lo que más valor le da a su actual desempeño.
Con sólo 16 años, acaba de jugar el campeonato nacional de primera categoría, todo el tiempo de portero regular y solo permitió cinco goles, todos a equipos fuertes: dos a Villa Clara, un par de ellos a Ciudad de
Ya ha ganado cinco medallas de oro, dos de plata y dos de bronce en torneos nacionales de distintas categorías y ha participado en certámenes desde la categoría infantil hasta
Su desarrollo ha sido vertiginoso y el sueño perenne es integrar el equipo Cuba de hockey, pues confiesa la pasión que pone en cada entrenamiento, en cada competencia.
Ahora cursa en onceno grado en
Terminó hace unas horas el fuerte certamen de primera categoría y ya en breve comienza su preparación para el Torneo Nacional Juvenil, a iniciarse el 2 de mayo en Ciego de Ávila, con el empeño de ganar otra medalla de oro, para satisfacción de la afición y en especial, de sus padres que siempre lo han alentado a triunfar y quienes tanto disfrutan sus lauros.
La mamá Aranely, trabajadora de
Héctor Morillas rompió la tradición familiar, dejó el teatro infantil, no se dedicó a jugar béisbol y desafía día a día el rigor de juego sobre la cancha de hockey, desbordando pasión y condiciones para sellar su portería a los goles de los rivales.
No hay comentarios:
Publicar un comentario