Arnaldo en la sala de Neurocirugía del hospital de Morón |
“Volveré a jugar béisbol y después de esta mala experiencia, sólo pienso en cumplir mi proceso de recuperación con la misma disciplina que un entrenamiento deportivo”, dijo Arnaldo Rodríguez, lanzador del equipo de Ciego de Ávila, tricampeón nacional.
Desde de la sala de Neurocirugía del Hospital
Universitario Roberto Rodríguez, de Morón, el espigado pelotero hizo estas
declaraciones y dijo sentirse bien, con
mente positiva para su futuro en el deporte.
El domingo 14 de este mes de marzo Arnaldo sufrió un
trauma de cráneo que requirió de una operación de urgencia, liderada por el
neurocirujano Oilén Hernández Guerra, quien explicó los pormenores del caso.
“Arnaldo tenía una herida en la región temporo-paretal
derecha y por debajo de la misma una fractura deprimida con múltiples
fragmentos, además presentó un foco de contusión hemorrágica en la propia
región, por debajo del área de la fractura”, relata el médico avileño.
"Llegó al hospital en estado consiente y en el acto
quirúrgico se le realizó la extracción de los fragmentos óseos que se
encontraban deprimidos (esquirlectomia ósea) y una hemostasis (que es corregir el
sangramiento y limpieza o toillet del área); por suerte no tenía rota la dura madre”, aseguró el especialista
de Segundo Grado en Neurocirugía.
“Su juventud y fortaleza física han posibilitado una
evolución muy favorable, él se siente bien. Este lunes se le someterá a una
tomografía para apreciar la efectividad de la operación y así poder darle el
alta hospitalaria”.
“Afortunadamente no hubo daño cerebral importante, sino óseo
con evolución neurológica muy favorable, que no le ha dejado secuelas; luego
de la tomografía evolutiva, quedará el seguimiento por consulta externa”, dice
el doctor Oilén Hernández.
“Después de tres meses de reposo, si todo está bien, volverá
al quirófano para practicarle una cirugía de reposición del defecto óseo, con
metilmetacrilato (cemento óseo) y luego podrá realizar una vida completamente
normal e incorporarse paulatinamente a sus entrenamientos”, concluye el
cirujano.
Arnaldo Rodríguez sabe que mediarán unos seis meses para
que vuelva a un terreno de béisbol e iniciar una preparación que comenzará
por una ejercitación leve, hasta lograr niveles
más altos que le permitan recuperar su maestría deportiva y volver a vestir su preciado
uniforme del equipo de Ciego de Ávila.
Cuando abandone el hospital y regrese a su casa, en la
comunidad de Liborio, cerca de Cunagua, habrá cerrado la primera etapa de esta
inesperada y desagradable experiencia, que dejó enseñanzas para su vida futura.
Extraña su gorra de uniforme y se siente algo incómodo
con el vendaje quirúrgico que cubre ahora parte de su cabeza. Será temporal, tanto
como la nostalgia por este tiempo de inactividad, sin tirar strikes y lanzar
curvas o rectas, según convenga.
“El miércoles me retiran los nueve puntos de sutura,
cumpliré con todas las indicaciones del médico y tendré confianza de mi
retorno al equipo”, dice con la certeza de que corazón y mente estarán siempre
en el terreno de béisbol que tanto ama.
Tal vez con su regreso al box pueda terminar el juego perfecto que un día se le fue de las manos.
Tal vez con su regreso al box pueda terminar el juego perfecto que un día se le fue de las manos.
Por Idania Pupo Freyre
El doctor Oilén Hernández Guerra, especialista de Segundo Grado en Neurocirugía, quien le practicó la operación. |
El lanzador es entrevistado por la Televisión Avileña |
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