Jóvenes avileños integrados al Trabajo por Cuenta propia

Carlos Manuel Nuñez y Yendry Ignacio Batista son dos jóvenes avileños, integrados al trabajo por cuenta propia, como vendedores de calzado. Ellos tienen sus puntos de ventas en el área de feria de atrás del edificio de 12 plantas, en la ciudad de Ciego de Ávila, Cuba.

En sus plataformas de ventas hay calzado de mujer, de hombre, de niños, confeccionados manualmente con pieles y materiales sintéticos.


 
Hay varios modelos, de distintos precios, todavía caros para el poder adquisítivo de los cubanos, pero con bastante venta.

Carlos y Yendry se caracterizan por su amabilidad y paciencia al atender a clientes, casi siempre indecisos, temerosos de gastar una alta suma de dinero en zapatos que no tengan la durabilidad deseada, por eso deben explicar una y otra vez las características de su mercancías, ofrecer plazos de garantía y sembrar confianza en sus compradores.

Las ofertas de estos vendedores de zapatos artesanales son más variadas y de mayor calidad que los que se pueden comprar en las tiendas estatales del país. El calzado masculino parece tener más calidad que el de las féminas, fue la impresión que me llevé.

Se pueden pagar en moneda nacional o moneda convertible. El regateo es factible y las rebajas de precio se logran con facilidad.

Las nuevas disposiciones para el Trabajo por Cuenta Propia en Cuba no les han afectado porque no venden calzado de importación, sólo de producción artesanal.

 Día a día, estos muchachones atienden decenas y decena de personas, con una paciencia y amabilidad de admirar y necesaria de imitar por los vendedores estatales. Ellos están conciente que el buen trato les aporta compradores y también sienten el gusto de servir a las personas y dejarlas complacidas en sus preferencias y demandas.

Texto y fotos: Idania Pupo Freyre