Por: Dr. RAUNEL ANTONIO HERNÁNDEZ RODRÍGUEZ*
Mis Cinco Héroes, aunque están allí, prisioneros del Imperio, en las mismas entrañas del monstruo, aislados y en solitarios, no han sido creados por la imaginación.
Mis Héroes no son extraterrestres, ni nada que no pueda existir, algo abstracto o ficticio; son un fruto de la vergüenza y el honor, de los principios y valores, del amor.
Por ello, son reales, con vidas verdaderas, y es cierto todo lo que han hecho frente a la ignominia del enemigo, lo entregan todo por su patria, ofrendan sus vidas para cuidar o salvar otras vidas, se quitan su propia libertad por su gente, defienden la justicia y luchan por su pueblo, es una batalla por el mundo, por la humanidad.
Mis Héroes no los crea el Imperio, ni las películas fantasiosas de los héroes que nunca existieron, mis Héroes los crea mi pueblo que bendiga la suerte de tener hijos con ideales tan puros y firmes, porque sólo los pueblos crean sus héroes, y se levantan con ellos a luchar o morir.
Mis Héroes son hijos de la historia de mi pueblo, no de una historia contada de una manera cualquiera. Por ello, no es falsa ni incierta su actitud, su postura digna, su resistencia al tiempo que contrario a dañar sus huesos y su piel, rompe el silencio de los muros de piedras y acero de sus cárceles para fortalecer el pensamiento, alzar las voces y crecer sus corazones llenos de las razones más sólidas y convincentes de los seres humanos en la tierra.
Mis Héroes no pueden ser otros, son como esos que están allí, prisioneros del Imperio, pero gente de mi pueblo.
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